Red Bull

Alonso, Vettel y la ambición

El alemán ganó con polémica tras superar a Webber. El español abandonó por precipitarse

Vettel desobedeció las órdenes de equipo para imponerse a su compañero Webber
Vettel desobedeció las órdenes de equipo para imponerse a su compañero Webberlarazon

Las últimas temporadas de la F-1 han estado marcadas por la igualdad. Sólo en dos de los últimos seis años, el título estaba decidido antes de la última carrera.

Las últimas temporadas de la F-1 han estado marcadas por la igualdad. Sólo en dos de los últimos seis años, el título estaba decidido antes de la última carrera. Con estos antecedentes, un piloto que opta al campeonato como Fernando Alonso no puede permitirse errores como el de ayer y menos aún justificarse culpando al piloto que va delante, en este caso Sebastian Vettel. El alemán terminó en lo más alto del podio por delante de su compañero Webber. La tercera plaza fue para el Mercedes de Hamilton.

Alonso lo tenía casi todo a su favor para ganar en Sepang, pero un exceso de confianza le llevó a tocarse ligeramente con la parte trasera del monoplaza de Vettel y romper la sujección que soporta el alerón delantero. Fue nada más producirse la salida. Arrancó como un cohete. Tomó la estela de Vettel, se fue por el exterior y al negociar la primera curva chocó con él. Fue un toque muy suave, lo suficiente para descolgar el ala y comprometer una carrera destinada a subir a lo más alto del podio. La pista estaba mojada y quizás el asturiano pecó de optimista a la hora de acercarse a Vettel para, una vez enfilada la zona rápida, intentar el adelantamiento. A partir de ese momento, el de Ferrari tomó la decisión de intentar seguir adelante y confiar en que el soporte aguantaría al menos las tres o cuatro vueltas que permanecerían en pista porque el piso empezaba a secarse y todo indicaba que entrarían pronto en boxes a sustituir los neumáticos. La decisión le honra porque quería ganar. Sin embargo, al aumentar la velocidad en el paso por recta el alerón delantero dijo basta y terminó por caerse. El de Ferrari se salió de pista e incluso hubo un momento de peligro porque las ruedas delanteras quedaron en el aire, ya que la pieza quedó debajo del chasis y eso reducía la capacidad de frenada. El de Ferrari controló bien la situación, pero quedó clavado en la escapatoria. Se acabó la carrera. Podía haber pasado por boxes para reparar. Pero eso ya era una lotería. La decisión de seguir adelante no es criticable.

Hace dos años, en Malasia, un error en la clasificación condenó a Alonso el resto de la temporada y ayer ocurrió algo similar. Esta clase de fallos en las primeras carreras son los que terminan costando campeonatos.

Si Alonso fue muy ambicioso desde el principio, mucho más quiso serlo Vettel. El alemán, además, fue muy poco elegante. Con el español fuera de combate, el defensor del título tenía clara una cosa: debía ganar sí o sí y más después de los resultados en Australia. La lluvia de las primeras vueltas benefició a los Red Bull, ya que de esta forma evitaron tener que usar compuestos medios y duros con los que sufren un desgaste excesivo. Pero la pista se secó. Vettel lideraba la prueba con cierta holgura hasta que su compañero Webber decidió retrasar su primera parada en boxes. Así ganó la suficiente ventaja para, una vez sustituidos los neumáticos, regresar a pista en cabeza. Las vueltas pasaban y las condiciones de la carrera pasaron a ser normales. El ritmo de ambos era similar y muchas cosas deberían ocurrir para que el alemán lograra el triunfo. Hasta tres veces más pasaron por boxes y las estrategias no daban su fruto. Es decir, se lo iban a jugar en la pista. Pero desde la dirección de Red Bull dejaron bien claro a sus pilotos que a falta de diez giros para el final las cosas quedarían como estaban. Horner, jefe de equipo, comunicó a Webber que su compañero no atacaría y que pusiera el mapa de motor más conservador. Se supone que lo mismo le dijeron a Vettel, pero el alemán no respetó las órdenes. Engañó a todos y, de repente, el australiano vio acercarse a Vettel y debió responder a la ofensiva. Fue un duelo que duró apenas unas curvas hasta que Webber cometió un error. Vettel cruzó la meta primero después de poner en riesgo el trabajo del fin de semana. Algo similar ocurrió en Mercedes, ya que Hamilton, tercero, sí contó con la «comprensión» de Rosberg. Malasia ha sido una oportunidad perdida para Alonso y ahora esperará tres semanas para recuperarse del error. En China, los «grandes» llevarán evoluciones y puede que el Ferrari no sea tan regular.

... y Massa por delante

Resta casi toda la temporada, pero después de dos asaltos Felipe Massa está por delante de Alonso. El brasileño renovó el pasado año con Ferrari «in extremis» y el español tuvo mucho que ver en su continuidad. El F-138 se ha mostrado competitivo y ahora que el coche corre, Massa también parece mejor piloto que en las campañas anteriores. Competir con el F-138 parece más sencillo. El caso es que en los primeros asaltos Massa ha estado por delante del español y tras dos carreras le aventaja en cuatro puntos en la general del Mundial. Hacía mucho tiempo que esto no se producía, pero lo cierto es que desde las últimas carreras del pasado año el compañero del asturiano está más entonado. Esto no quiere decir que su condición de gregario vaya a desaparecer. En carrera no dio muchas muestras de competitividad y cruzó la meta en el quinto puesto. Esto le servirá para hacerse valer dentro de la escudería, aunque esto debería ser lo normal en una estructura como Ferrari, en la que el segundo piloto tiene que ser muy rápido. Y eso no es lo que fue precisamente Massa en las dos campañas anteriores. Su mediocridad en los dos últimos ejercicios impidió que restase puntos a los rivales directos de Fernando Alonso.

El primer error en meses...

Resulta difícil ver a Fernando Alonso cometer un error de conducción. Sin embargo, ayer se precipitó ligeramente contra el coche de Vettel. Lo suficiente para romper el alerón. El español comentó más tarde que su rival había levantado el pie del acelerador. Esto no le justifica. También él ha hecho alguna maniobra parecida. Pura F-1. Que le pregunten a Coulthard en Nurburgring 2003 o a Doornbos en Hungría 2006. «Después de hacer una buena salida, me choqué con Vettel en la vuelta. No me esperaba encontrarle allí, prácticamente parado. No sé qué velocidad llevaba», comentó el español.

Clasificación del Mundial

Clasificación de Constructores