Hamilton siempre acierta

Despidió a su padre como representante, contrató a una agencia de prestigio, su contrato es de más de 600 páginas, gana 137.000 euros diarios y ya ha sumado cinco títulos.

Lewis Hamilton ya tiene cinco títulos de campeón del mundo de F-1 y el futuro más cercano apunta a que podrá lograr al menos dos más si las cosas no se complican demasiado. El británico llegó a la Fórmula Uno cinco temporadas después que Alonso y muchos de los expertos que rodean el campeonato aseguran que alguno de los títulos de Hamilton podían haber terminado en el palmarés de Alonso. El hecho de que el inglés haya tomado decisiones arriesgadas y acertadas contrasta con muchas de las que ha adoptado el asturiano. En 2005, siendo ya campeón y con un año de contrato todavía con Renault, fichó por McLaren. Recaló en el mejor equipo del momento junto a Ferrari. La escudería que tenía el mejor coche. Sin embargo, no ejerció de campeón. No se aseguró un trato preferente como en su momento hicieron Schumacher con Barrichello; Vettel con Raikkonen (el piloto alemán vetó la llegada de Ricciardo a Ferrari); Verstappen con Carlos Sainz hace unos meses o en su momento Hamilton con Alonso, al que no quiso como compañero en Mercedes cuando surgió la posibilidad.

Hamilton jugó sus bazas en McLaren en 2007 y se encontró con todo un equipo volcado a su favor y con Alonso fuera para ir a Renault, que en aquel momento ya estaba en retirada de la F-1 después de saborear el éxito. Fernando acabó en la escudería gala por no soportar el trato recibido en McLaren, donde Hamilton era la figura dominante. Sin embargo, la salida fue de forma unilateral. Nadie le empujó a irse cuando tenía el mejor monoplaza, algo que siempre le ha valido como argumento en su toma de decisiones. Alonso marchó a Ferrari un año antes de lo previsto gracias al dinero del Santander, que sirvió también para pagar la resolución anticipada del contrato de Raikkonen, que se fue contento y con una buena suma de dinero en el bolsillo. «Ferrari es un equipo que siempre te garantiza un coche para optar a la victoria», señalaba el español.

Y en ésas llegó la hora de Lewis Hamilton. El inglés lo tenía todo en McLaren, pero llegó la hora de volar después de «oler» lo que ahora se está produciendo allí. Su primera gran decisión fue «despedir» a su padre como representante y contratar los servicios de XIX Entertainment, una agencia dirigida por Simon Fuller, la persona que llevó las trayectorias de deportistas como David Beckham o Andy Murray. Y fue con esta agencia cuando tomó la decisión más importante de su carrera en la F-1: fichar por Mercedes. Arriesgó y acertó. Ya ha ganado cuatro títulos con ellos y entretanto incluso ha negociado una renovación (ya con la agencia) que trajo por la calle de la amargura al jefe de Mercedes, Toto Wolf. Se habla de un contrato con más de 600 páginas y cláusulas muy particulares. Este año se ha proclamado campeón sin tener el mejor coche. Y todo eso tiene un precio: 137.000 euros brutos al día. Ese es el salario del piloto británico que el pasado domingo entró en la historia de la F-1 junto a Fangio y Schumacher.

A

lonso luchó por el título en Ferrari y casi siempre estuvo arriba. El piloto asturiano optó por marcharse cansado de no ganar, pero estaba en Ferrari, el «Real Madrid» de la F-1. Un equipo que puede pasar por malos momentos, pero que siempre acaba ganando. Arriesgó, lo dejó por McLaren-Honda y la apuesta salió mal. No como a Hamilton.