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Sainz, todo o nada en el asiento de Alonso

Afronta su quinta temporada en el Mundial de F-1 como la referencia de McLaren ocupando la plaza que era del bicampeón del mundo.

McLaren tiene en Sainz al líder de la escudería
McLaren tiene en Sainz al líder de la escuderíalarazon

Afronta su quinta temporada en el Mundial de F-1 como la referencia de McLaren ocupando la plaza que era del bicampeón del mundo.

Senna, Prost, Hakkinen, Lauda, Button, Hamilton, Alonso, Raikkonen... Todos estos pilotos fueron un día campeones del mundo, historia de la F-1 después de protagonizar cientos de batallas que quedarán para el recuerdo de millones de seguidores. Y todos ellos tienen algo en común: McLaren. En este equipo creció la leyenda de un plantel de pilotos que marcaron un antes y un después en este deporte y hoy en día la referencia en la escudería es el español Carlos Sainz.

Las circunstancias son muy diferentes, pero el reto es igual de apasionante. La Fórmula Uno arranca este fin de semana en Melbourne y lo hace con el madrileño como principal piloto de un equipo que viene de sufrir una de sus peores crisis. Y de ahí no se sale en unos meses, ni tampoco en pocos años. Carlos está preparado para liderar la reconquista y poner a McLaren en el lugar que nunca debió abandonar. La apuesta por Honda dejó a McLaren herida casi de muerte, sin embargo, poco a poco, las cosas están volviendo a su sitio. Sainz afronta su quinta campaña en la F-1 y lo hace con la suficiente experiencia para demostrar al «establishment» de la categoría que está preparado para retos mayores. Red Bull tenía puesta la mirada en él como sustituto de Daniel Ricciardo, pero el juego de las vanidades le condenó, por motivos ajenos a él, a salir de la órbita de la compañía energética. Puede que incluso le vaya mejor porque en el equipo azul corren con Honda y, aunque lo intentan ocultar, el desastre se cierne sobre ellos.

Metódico

Sainz recuerda a muchos pilotos que ya no están a McLaren a estrellas como Alain Prost, nada explosivo, y sí metódico, concienzudo, consistente. Puede que no levante del asiento como en su momento lo hicieron Senna o Alonso, pero finalmente estará arriba. A su ritmo. Analizando a los rivales. Ha pasado ya por tres equipos, dos suministradores de motores y quienes le conocen confirman su obsesión por los datos y la puesta a punto. Como Vettel, capaz de llevarse la adquisición a la habitación del hotel y cambiarlo todo al día siguiente.

El piloto español hereda el asiento de Fernando Alonso, que harto de promesas y falsas evoluciones, optó por salir de la categoría reina para afrontar otros desafíos que ya está tachando en su particular lista. Es el piloto, el único, por el que el asturiano apostó desde el primer momento. Antes, otros pasaron por allí, pero no contaron con el beneplácito o apoyo moral de Fernando Alonso, hasta que llegó Sainz. Los dos han peleado en pista y la consistencia del madrileño llegó a desesperar en ocasiones al ovetense.

Sainz tiene una gran capacidad de trabajo y no parece que el debut de su compañero, Lando Norris, vaya a empañar su labor. Norris no es Hamilton y, desgraciadamente, McLaren no peleará por el título. Eso sí, en la F-1 el primer rival es el compañero, el primer piloto al que hay que ganar. O aplastar como hizo Alonso con todos sus vecinos de box menos con Hamilton, con el que literalmente empató al final de la temporada. «Siento que soy el piloto con más experiencia del equipo, con más bagaje dentro de la Fórmula Uno, y en esta primera mitad de año si hay alguien que tiene que decirle al equipo por dónde tienen que ir soy yo. Lando (Norris) tiene mucha experiencia con el coche del año pasado y él también sirve de referencia para ir comparando los progresos del coche respecto al del año pasado», afirma Sainz.