Entrevista

Fran Garrigós, campeón del mundo de judo: "Perdí y me molestó... Entonces supe que quería seguir compitiendo"

Perder en la primera ronda de los Juegos de Tokio le hizo replantearse su futuro. Siguió y perder en su reaparición le aclaró las ideas: quería ganar. Ahora es campeón del mundo

Fran Garrigós (Móstoles, 29 años) posa para las fotos de la entrevista y sus compañeros de Brunete no paran: que si cómo le quiere la cámara, que sonría, que se peine bien... Se acerca la Navidad, pero en el gimnasio que dirige Quino, entrenador de dos campeones del mundo como Garrigós (lo logró el pasado mayo) y Niko Shera, apenas pararán el 25 y Año Nuevo, como siempre. Esta vez, si cabe, con más motivo porque en 2024 están los Juegos Olímpicos de París.

¿Lo de no gustarle nada perder es de toda la vida?

Sí, nunca me ha gustado, desde bien pequeño, no sé de dónde viene, pero en todo lo que hiciese siempre me gustaba ganar tanto en el judo, que me enfadaba; o una carrera o yo qué sé, si estaba jugando con mi familia al parchís.

Las derrotas a la primera en los Juegos de Río y Tokio serían todavía más difíciles de digerir...

La verdad es que no fue nada fácil, sobre todo los de Tokio, que llegaba en mejores condiciones, había quedado bronce en el Campeonato del Mundo, campeón Europa. Esperaba mucho más en esos Juegos y perder el primer combate es algo que no esperaba. Hubo luego un tiempo para para ver si me apetecía seguir compitiendo.

¿Llegó hasta ese punto de plantearse dejarlo?

Sí, bueno, sobre todo ese año decidí terminar mi carrera, era el último año que me quedaba y cogí todas las asignaturas y decidí dedicarme a terminar los estudios y seguir entrenando, pero no sabía si seguía entrenando porque me gustaba el judo o quería seguir compitiendo. Entonces, bueno, pues entrenaba, sin dar el cien por cien, pero seguía entrenando porque al final es lo me gusta. Decidí ir seis o siete meses después de los Juegos a la primera competición que era en Portugal para saber si quería seguir compitiendo y si tenía ganas de competir. No llegaba en buenas condiciones, pero me molestó perder, entonces fue donde me volví a poner las pilas. Sabía lo que quería, quería ganar. Y aquí estamos.

"El oro en el Mundial no me ha cambiado, es una medalla más, ya es pasado, pienso en el próximo objetivo"

“Aquí” es como campeón del mundo. ¿Le ha cambiado la vida?

No, yo considero que soy el mismo que cuando no lo era, es una medalla más, ya ha pasado y ahora hay que pensar en los próximos objetivos y seguir preparándose y llegar a las mejores condiciones posibles a los Juegos.

Hay un punto de crueldad en su deporte, de jugárselo todo en un momento.

Es lo bonito, yo creo, también del judo, que puede ganar cualquiera, pero también puedes perder con cualquiera, entonces tienes que estar concentrado en cada combate y no tener ni un descuido, porque al final eso te puede suponer perder.

¿Piensa cada día en París 2024? Porque eso también puede agobiar...

No, pienso en lo que tengo que hacer cada día, en lo que debo mejorar para llegar a las mejores condiciones al objetivo.

Hay mucho de estudio de rivales en su deporte...

Sí, todos nos conocemos y los tienes estudiados a todos.

Pero en la final del Mundial utilizó una técnica que no suele usar.

Es cierto que no lo suelo hacer, de hecho es la única vez que he hecho ese movimiento. Lo probé en la competición, me vino sin pensarlo y salió bien. Es una técnica que hace un compañero de aquí de Brunete y la explicó un día y pensé: “Voy a probarlo”.

¿Cuál es su técnica favorita?

Mi técnica favorita es “sode”, sobre todo con rivales que son zurdos, y también me gusta y gano muchos combates en suelo.

La competición son varios combates el mismo día. ¿Cómo pasa el tiempo entre uno y otro?

Suelo estar tranquilo, en la zona de calentamiento, si queda mucho, pues suelo tumbarme, estar relajado y cuando ya queda poco tiempo para salir me suelo activar, suelo preparar un poco la estrategia , si es zurdo, si es diestro, lo que vamos a hacer, y activarme. Suelo estar tumbado y con música, reguetón sobre todo, o hablando con Quino. También hay veces que tenemos la suerte de llevar fisio. Y, bueno, pues a lo mejor tengo a Quino para descargarme los brazos o a algún compañero.

¿Le cuesta mucho dar el peso [-60 kilos]?

Sí, me cuesta bastante, pero no sólo a mí, sino a todos los judocas, sobre todo de categorías bajas. El pesaje es un día antes y solemos correr con plásticos, sauna, bañeras de agua caliente para deshidratarte y quitar ese kilo o dos kilos que te pueden quedar. Y luego ya te vuelves a hidratar y a recuperar.

¿Alguna vez le ha pasado lo de decir: “No llego a dar el peso...”?

Hay veces que tiene dudas, pero siempre lo he dado y al final te puede costar más o menos, pero yo creo que es algo que mínimo lo tienes que hacer; luego al día siguiente te puede costar más la competición o te puede pasar factura, pero el peso es algo que tienes que darlo.

He visto que los 10 km los corre en 40 minutos...

Sí, no me gusta correr, pero tengo que ir a al cien por cien casi siempre.

¿Forma parte del entrenamiento hacer ese trabajo?

Todo forma parte del trabajo, de la preparación física. Hay días que a lo mejor son más de fuerza, otros circuitos y otros un poco más de resistencia.

La fuerza o la técnica, ¿qué es más importante?

Creo que todo, hay que estar bien en todos los aspectos, fuerte, resistente, técnico y la cabeza también es fundamental.

Hablando de cabeza, su psicólogo, Pablo del Río, me dice que le pregunte por el valor que da al entrenamiento psicológico.

Creo que es muy importante, no era capaz de dar el cien por cien en la competición porque pensaba más en el resultado que en lo que importaba realmente qué es lo que depende de mí.

Otra pregunta que me dice Pablo es si usted es disciplinado.

Yo creo que a la hora del entrenamientos, bastante, tengo una rutina y entre semana no me gusta salirme de esa rutina. No me gusta nada, todo tengo que hacerlo como a las horas que tocan.

Para tirar a un rival, ¿es más maña o fuerza?

Es más técnica, pero si tú tienes un buen agarre es más fácil encontrar huecos y crear más desplazamiento.

Empezó con cuatro años, sus padres le apuntaron porque era un chico inquieto. ¿Cuándo cambia el judo y empieza a pensar que se quiere dedicar a ello?

Desde pequeño siempre he soñado con ser campeón del mundo y campeón olímpico y desde pequeño siempre he querido ser alguien importante dentro del judo, entonces, pues diría que desde infantil, aproximadamente, más o menos, que ya hay campeonatos de España, y ya poder ir allí y quedar campeón, pues eso ya te va dando ilusión y ganas de seguir trabajando y consiguiendo resultados.

¿Cuándo empieza en Brunete?

En 2011 o 2012 empiezo con Quino.

"Mi padre trabajaba en la construcción, nos pilló la crisis, y mi entrenador, Quino, me ayudó a pagar algunos viajes"

¿Qué supone la figura de su entrenador?

Quino creo que es un referente. Subcampeón del mundo, tres medallas en campeonatos de Europa. Era el mejor sitio para venir y seguir mejorando. Él siempre nos está ayudando y para todo lo que le pedimos está dispuesto las 24 horas del día.

Quino alguna vez incluso le ayudó económicamente...

Sí, al principio, pues bueno, la situación que pasábamos en casa era difícil, mis padres no podían pagarme todos los viajes, entonces para muchos de los viajes nos ayudaban Quino y Maribel.

A su padre le pilló la crisis.

Sí, se dedicaba al tema de la construcción y fue el momento de crisis en España que nos afectó.

Alguna vez va a entrenar a Japón. ¿Qué hay allí distinto?

Justo acabo de venir, el 6 de diciembre, hemos estados casi un mes ahí entrenando. Al final la forma de hacer las cosas allí es totalmente diferente. Por ejemplo, la técnica es muy importante y son capaces de cambiar los pesos, de desequilibrarte de forma muy fácil.

¿Hay diferentes tipos de judo?

Sí, sí. Unos que a lo mejor son más fuertes, otros que tienen más técnica...