Unai Emery es Mr. Europa League

Unai Emery dio un discurso a sus jugadores antes de la final de la Liga Europa que se hizo viral. Habló el técnico de disfrutar, de intentar ganar para el «pueblo de Pau», porque el central nació en Villarreal, una localidad de algo más de 50.000 habitantes cuyo equipo intentaba hacer frente a un poderoso de Europa. El dinero no siempre da la felicidad, pero está claro que ayuda y en el fútbol los números así lo demuestra porque suelen ganar los mismos siempre. Suelen. A veces los sueños se cumplen... Los 117 millones de presupuesto del conjunto español pudieron más que los casi 600 del Manchester United.

Fue el equipo del pueblo, el submarino resistió, peleó, defendió y se adelantó, tuvo un repunte en la prórroga, en la que fue mejor, y tocó el cielo en los penaltis. Es de esos partidos que los aficionados sufren y penan, pero sin nada que reprochar a sus futbolistas. Y en los que la victoria sabe mejor. Sumó Unai Emery su cuarta Liga Europa. “Yo procuro darles lo que puedo trabajar para conocer al rival y luego ejecutar lo que somos nosotros. Hacerles ver la dificultad para sobreponerse a ella”, explicó la fórmula de su secreto. Es el rey en esta competición y rompió lo que podía haber sido un dominio absoluto de la Premier, lo que no hace tanto tiempo sucedía con la Liga española, como bien sabe el bueno de Emery. Porque en la temporada 2013-14 ganó su Sevilla la Liga Europa mientras el Real Madrid conquistaba la Champions; en la 2014-15 repitió el entrenador con el conjunto hispalense y el Barça del tridente y de Luis Enrique se llevó la Orejona; y en la 2015-16 Unai logró el triplete y el conjunto del Bernabéu reconquistaba «su» competición. Pero es que además en la 2017-18 fue el Atlético el que se llevó la antigua Copa de la UEFA mientras los chicos de Zidane sumaban la tercera Liga de Campeones seguida.

Todos los jugadores del Villarreal, titulares y suplentes, se juntaron en una piña antes del comienzo del primer y del segundo tiempo de la prórroga. El equipo del pueblo otra vez junto en busca de la proeza. Lo pasó mal Emery en la banda. Es un entrenador que no para, que gesticula: que si un cabreo porque una opción de contragolpe fue lenta; una explicación al banquillo de que el control tenía que haber sido con el pecho, las manos a la cara y el «¡dios!» cuando tiró Alberto Moreno muy desviado, para después empezar a aplaudir y a dar aliento a los suyos... La tuvo el Villarreal en la prórroga, pero se llegó a los penaltis y la arenga del preparador vasco fue de nuevo muy emotiva. No sabía todavía lo que esperaba: 21 penaltis seguidos marcados hasta que falló De Gea, porque tuvieron que tirar hasta los porteros. El equipo del pueblo jugará la próxima Liga de Campeones. “Siento orgullo lo primero por Villlarreal, por el presidente, por el proyecto estable y a una dimensión muy grande que tiene. Orgullo del fútbol español, poder estar en esta final representando a la liga española. Es una satisfacción por mucha gente, por muchas cosas”, terminó.