Fútbol
Joaquín, la finta que no cesa y el esprint infinito
El jueves se cumplieron veinte años de su debut en Primera División. Jugará su partido número 34 contra el Real Madrid
Las cifras de Joaquín Sánchez, cuarentón desde este verano como Fernando Alonso o como Roger Federer, son apabullantes. Hace ocho días, contra el Cádiz, disputó su noningentésimo partido oficial y el jueves se cumplieron veinte años, día por día (26-VIII-2001), de su debut en Primera División. Fue en La Rosaleda, el que luego sería su campo a las órdenes de su actual entrenador, Manuel Pellegrini, y el Betis perdió 3-2 ese partido, los nombres de cuyos protagonistas suenan a pasado remoto del fútbol: Fernando Sanz, Darío Silva, Cañas, Capi, Merino, Dely Valdés, Canabal, Benjamín, Ansuátegui Roca al silbato… Al término de esa campaña 01/02, el portuense jugaría el Mundial de Corea y fallaría el penalti decisivo en la tanda de cuartos contra los anfitriones.
Joaquín transita, en su vigésima segunda temporada como futbolista profesional, por los 581 partidos jugados en Primera. Es el segundo jugador con más presencias en la máxima categoría, aunque ya habría superado con creces los 622 encuentros de Andoni Zubizarreta de no haber sido por los dos años que pasó en la Fiorentina –una cincuentena de partidos en la Serie A– y porque la campaña de su debut fue la 2000/01, con el Betis en Segunda, categoría en la que participó en 38 de las 42 jornadas. La longevidad del capitán del Betis y, pese a su carácter jovial, la higiene de vida que le ha permitido eludir cualquier lesión grave, están fuera de toda duda.
Contra el Real Madrid, cuya camiseta nunca vistió pese a la insistencia blanca, que se topó con un intransigente Lopera que acabó por traspasarlo al Valencia en 2006, Joaquín ha jugado 33 partidos oficiales con un balance poco lustroso de seis victorias, ocho empates, diecinueve derrotas y tres goles marcados, uno de los cuales sirvió para sellar el triunfo bético (3-1) en su primer duelo, hace casi veinte años. Aquel día (15-IX-2001), Gastón Casas abrió el marcador y otros dos futbolistas históricos, cada cual en su dimensión, se estrenaron como goleadores en la Liga antes de que el incipiente crack abrochase el tanteo: el madridista Zidane y el bético Capi.
El papel de Joaquín en el actual Betis difiere mucho del que tenía en su plenitud. Pellegrini lo dosifica y él lo acepta, consciente de que no tiene la electricidad de sus años mozos pero sí conserva una técnica y un conocimiento del juego que lo pueden convertir en decisivo en muchos partidos. En las dos primeras jornadas, sendos empates contra Mallorca y Cádiz, los béticos estuvieron a punto de ganar con dos disparos suyos en los minutos finales, poco después de salir desde el banquillo. Frente a defensores cansados, “la finta y el esprint” –así lo apodaba Manolo Melado, legendario speaker del Villamarín– siguen siendo letales.
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