
Polémica
Coacciones y amenazas veladas a los policías de la UPR de Córdoba: "Hay cientos como tú bajo las piedras"
Los agentes no tienen compensación económica por su "disponibilidad", pese a estar obligados a estar pendientes del Whatssap las 24 horas del día

Clamor interno en las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional en España. Si ayer eran los agentes de Madrid quienes daban la voz de alarma ante una situación insostenible, son ahora los de Córdoba quienes alertan de las "coacciones" y amenazas veladas de ciertos superiores ante las quejas por el caos en la gestión y la falta de planificación de sus horarios.
"Tienes que estar pendiente del Whatssap las 24 horas del día. Te avisan con muy poca antelación de los viajes y los cambios son constantes. Necesitamos una regulación urgente porque así es imposible conciliar", denuncian desde la unidad de Córdoba, dependiente de la Jefatura Superior de Sevilla. Porque, al igual que ocurre en Madrid, donde desde hace meses impera el caos y el mal ambiente, tan pronto programan un viaje en junio a Algeciras como lo anulan y te envían a Mallorca quince días, con una dieta de apenas 77,13 euros al día para el alojamiento (48,92 euros) y manutención (28,21 euros), que incluye el desayuno, comida y cena.
Hay que recordar que las dietas de los policías nacionales no se actualizan desde 2005, por lo que los agentes sólo disponen de 1.157 euros para cubrir todos los gastos durante su estancia. Eso sin contar con que en muchas ocasiones se ven obligados a adelantar esa cantidad de su propio bolsillo. "No pedimos que nos den 8.000 euros para gastos, pero por lo menos que no nos toque pagar por ir a trabajar", explican desde esta unidad. De hecho, este viaje a Mallorca es el que ha provocado problemas en las últimas horas. Ante la falta de previsión de los mandos y la falta de voluntarios se hizo una "designación forzosa". Este hecho provocó, según explican desde la UPR de Córdoba, que los agentes afectados presentaran un minuta alegando "motivos personales".
Ascensos en peligro
La respuesta de los superiores fue la de siempre: "Coacciones y amenazas veladas en las que te señalan que tu ascenso peligra o que si no te gusta, ya sabes dónde está la puerta". Porque, en su patrón de respuesta no falla aquello de "hay cientos como tú debajo de las piedras esperando para entrar". Una situación que recuerda mucho a lo vivido en la Unidad de Prevención y Reacción de Madrid, en la que ya dejaron claro que ese tipo de frases "no transmite ni fuerza ni autoridad; al contrario, es la confesión más evidente de debilidad y falta de razón o argumentos. Y lo que la UPR necesita es liderazgo, mejor planificación, respeto a los derechos profesionales y menos arengas".
Sin embargo, en todo este vaivén de turnos, cambios horarios, salidas que se fijan y luego se cambian para volver a cambiarse después... hay un factor que los superiores no parecen tener en cuenta. Y es que, a diferencia de los antidisturbios, la Unidad de Prevención y Reacción "no tiene ninguna compensación económica por la disponibilidad". Los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) tienen un curso de formación especializada y cuentan con un "extra" por disponibilidad, los adscritos a la UPR, no. Y eso no evita que tengan que estar pendientes del móvil las 24 horas al día por la "dejadez" y la mala gestión de sus superiores.
Caos en la jefatura de Madrid
La situación que se vive en las UPR de Córdoba, Valencia o Madrid no son un hecho aislado. En todas ellas, el denominador común es la dejadez de los superiores que "hacen oídos sordos" a las quejas y emprenden una "huida hacia adelante", en lugar de enfrentarse al problema. Así lo denuncian desde la Confederación Española de la Policía (CEP), que el pasado 4 de marzo solicitó al jefe superior de la Policía de Madrid, Javier María Galván, que pusiera fin al bloqueo y activara una mesa de negociación para mejorar las condiciones de los agentes de esta Unidad. Solicitud que iba acompañada de una propuesta concreta de cadencia en la prestación del servicio, respaldada por el 87% de los policías afectados.
Sobra decir que esta propuesta fue "ignorada", en un intento por "ganar tiempo y sabotear cualquier avance", denuncian los agentes. A juicio de este sindicato, la estrategia de tensionar la UPR es, a todas luces, una "imprudencia que hay que evitar a toda costa". Para ello instan al jefe superior a dialogar y negociar, en lugar de ignorar una petición que cuenta con un respaldo aplastante por parte de los policías.
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