
Guardiamarina
Una compañera de la princesa Leonor se va de la lengua y desvela lo más complicado de su vida a bordo de Elcano
La fuente anónima señala que la convivencia entre compañeros "suele ser buena" y que la heredera no tiene privilegios

La princesa Leonor continúa su travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano tras una parada en Ciudad de Panamá. Allí pudo disfrutar de una visita de su madre, la Reina Letizia, cuyo abrazo de reencuentro se viralizó en cuestión de pocas horas y llamó la atención incluso de la prensa internacional.
Este 6 de mayo, el Juan Sebastián de Elcano seguirá su ruta con la princesa Leonor a bordo hacia Colombia. Está previsto que haga escala en Cartagena de Indias y Santa Marta entre el 9 y el 14 de mayo.
Posteriormente, el barco se dirigirá a Santo Domingo (República Dominicana), donde permanecerá del 19 al 24 de mayo. La siguiente y última parada en América será Nueva York, del 5 al 10 de junio.
En Nueva York, la princesa Leonor desembarcará temporalmente para continuar su formación en una fragata de la Armada española. Se reincorporará a sus compañeros en Gijón entre el 3 y el 7 de julio, y juntos proseguirán la ruta por Ferrol (9-12 de julio), Marín (14-17 de julio) y, finalmente, Cádiz, donde concluirá el crucero el 21 de julio.
Lo más complicado para Leonor a bordo de Elcano
Aunque el programa de estudios que sigue la princesa Leonor a bordo de Elcano es público y similar al de resto de sus compañeros, los detalles relativos a su día a día en el buque escuela permanecen en secreto para proteger su privacidad. Sin embargo, una compañera cuya identidad se ha mantenido en la sombra ha concedido una entrevista en la revista “Semana” en la que ofrece algunos detalles sobre la vida de la heredera del trono en alta mar.

La confidente recalca que “no hay privilegios” para doña Leonor en el Juan Sebastián de Elcano, dejando claro que lleva a cabo las mismas tareas que sus compañeros. Además, tampoco tiene más facilidades que el resto de tripulantes a la hora de contactar con sus seres queridos, como sus padres los Reyes.
La fuente anónima indica también que “la convivencia entre compañeros suele ser buena”, y aunque defiende que la vida a bordo de Elcano es más llevadera de lo que se piensa, a pesar de las guardias y las tareas, señala que lo más difícil “es compaginar los estudios con la navegación y vigilancia”.
Las guardias a bordo de Elcano son rotativas y suelen cambiar cada cuatro horas, siendo las más complicadas las del turno de madrugada, puesto que privan de horas de sueño aunque al día siguiente haya que dar clase o seguir con las tareas asignadas.
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