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Escándalo

El drama del Rayo Femenino: de no tener contrato a la amenaza de ser desahuciadas de sus pisos

El club no paga el alquiler de las viviendas de sus jugadoras y los caseros amenazan con echarlas

Patricia Hidalgo, del Rayo vallecano
Patricia Hidalgo, del Rayo vallecanoAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

El Rayo Femenino está tocado y hundido y afronta la temporada con una crisis sin precedentes. La sección está avocada a la desaparición si no e toman medidas urgentes pero, hoy por hoy, las jugadoras están más solas que nunca. A los problemas con las dietas o los sueldos, se une ahora el temor a un desahucio.

Según adelantan medios como Matagigantes o Unión Rayo, El Rayo Vallecano no está pagando los alquileres de los pisos de las jugadoras del Rayo Femenino. Algunas futbolistas que integran la plantilla viven en pisos de alquiler durante la temporada y son representantes del club los que firman los respectivos contratos de arrendamiento. Los recibos sin pagar se acumulan y los caseros de dichas viviendas han amenazado a las jugadoras con echarlas de los pisos si no se abona la deuda.

Según ha podido saber Unión Rayo, 16 jugadoras son las afectadas. Las futbolistas no lo tienen incluido en sus contratos pero sí prometido por parte del club y hay documentos donde afirman que es la entidad quien asume estos gastos. Una situación que ha indignado a la afición vallecana.

Pero este no es el único asunto polémico, a los contratos al comienzo de la temporada, hay que sumar que el cuerpo técnico no dispone de fisioterapeuta y no puede atender a las futbolistas que se lesionan durante un partido.

El drama de la sección femenina del Rayo vallecano viene de lejos y ya el pasado mes de agosto decidieron plantarse ante una situación cada vez más insostenible. El Rayo Vallecano decidía entonces no volver a entrenar porque prácticamente todas las jugadoras del equipo no tenían firmados sus contratos.

Las jugadoras del equipo madrileño tienen negociados sus contratos pero no los tienen firmados y, por riesgo a sufrir lesiones y que ello pueda tener repercusión en su contratos, han decidido plantarse y no entrenar más hasta que finalmente esos contratos se firmen. Las jugadoras del equipo madrileño tenían negociados sus contratos pero no firmados y, por riesgo a sufrir lesiones y que ello pudiera tener repercusión en su contratos, decidieron plantarse. Una denuncia que incluso detonó una inspección de Trabajo.

Las “vergüenzas” vienen de lejos

Pero aún hay más. La pésima situación en la que compiten estas jugadoras ya generó una gran polémica la pasada temporada. En diciembre de 2020 tras el escandalo por una pésima cena, en la que les dieron de un bocata con dos lonchas de jamón york, las jugadoras decidieron destapar todas las vergüenzas del club, explicando la verdad sobre la comida y sus sueldos.

Las jugadoras amenazaron incluso con no presentarse al encuentro frente ante la Real Sociedad para reclamar mejoras en las dietas de los desplazamientos. El club se defendió entonces alegando que la comida tenía el visto bueno del Dr. José González, jefe de los servicios médicos del equipo.

El presidente, Raúl Martín Presa, afirmó que es el club quién decide lo que deben comer o no y acusó a las jugadoras de haber optado en otras ocasiones han optado por comer comida rápida, “algo contraproducente para un deportista de élite”. Esta afirmación indignó aún más a las futbolistas que sacaron a la luz la situación real que atravesaban y que a día de hoy parece no haberse resuelto.

En un comunicado publicado el 8 de diciembre de 2020, las jugadoras del Rayo Femenino y su cuerpo técnico denunciaban, además de la comida, retrasos en los pagos y falta de material deportivo.

El Rayo Vallecano marcha en el penúltimo puesto de la tabla tras cinco jornadas de la liga femenina. El equipo madrileño aún no ha conseguido ganar ningún partido y solo atesora un punto en su casillero. Y es que, rendir en el campo en estas condiciones se antoja imposible.