Fútbol

El Barcelona encuentra un gol de oro ante el Alavés (0-1)

Frenkie de Jong da un triunfo vital a los azulgrana en el minuto 87

Los jugadores del Barcelona celebran el gol del triunfo ante el Alavés
Los jugadores del Barcelona celebran el gol del triunfo ante el AlavésVINCENT WESTREUTERS

Pere Pons se coló en la defensa y remató flojo a las manos de Ter Stegen. Ese es el resumen de las acciones ofensivas de peligro real en el primer tiempo entre el Alavés y el Barcelona en una noche fría dentro del césped y fuera.

Era una jornada vital para ambos en la búsqueda de sus objetivos, pero a ninguno le terminaba de salir el plan. Mendilibar fue esta vez algo más precavido y no salió a buscar al Barça arriba del todo como hacía con el Eibar. Se contuvo más y defendió sin problema, pero no atacaba. Y el equipo de Xavi no lograba llegar al área con peligro, lleno de jugadores intrascendentes. Frenkie de Jong estaba más participativo y ayudó en defensa, pero no desbordaba con sus arrancadas, ni Pedri con sus pases; el plan era enredar con el toque para buscar el cambio de juego y encontrar allí el espacio, pero cuando el balón les llegaba a los jugadores de banda no había uno contra uno. Lo intentaba Abde, pero le cuesta, parece frágil todavía; Ferran es más de ir al espacio y Dest se liaba. Jordi Alba tampoco sorprendía como ha hecho toda la vida. Jugar con dos extremos tan abiertos le perjudica. Y la marcha de Messi también, claro, porque él llegaba y sabía dónde la tenía que poner para que rematara el argentino. Patentaron la jugada. El hombre que puede desbordar es Dembélé, pero sigue jugando al mus con el club y no hay respuesta al órdago que se han lanzado.

Se aburría el Barcelona a sí mismo en un primer tiempo en el que no logró lanzar a puerta. La única que le llegó a Luuk de Jong no terminó de engancharla bien y la volea se le marchó fuera. Tampoco el Alavés le creaba peligro, salvo esa última acción. Tuvo un par de faltas laterales que no consiguió ejecutar bien.

Daba la impresión de que el tiempo jugaba a favor del equipo local, que empezó la segunda mitad con algo más de balón y una nueva oportunidad de Pere Pons. También el Barcelona pareció meter una velocidad extra con un plan parecido. Abde seguía siendo el arma principal y empezó imponiéndose en las dos primeras acciones a Javi López, pero sin llegar a centrar con peligro. La idea de llevar el balón en largo de un lado a otro la tenía hasta Ter Stegen, que en un par de pases directos encontró a los extremos, pero las acciones terminaron en nada.

Estaba más abierto el duelo tras el descanso. Daba la impresión de que por fin podía suceder algo, más valiente para salir el equipo local y algo más preciso en las combinaciones el visitante. Aunque para que el Barça tuviera su primera opción de marcar de verdad necesitó una acción a balón parado sacada por Pedri de forma brillante con un golpeo con el empeine que hizo volar la pelota hasta Luuk, que remató algo sucio. Pacheco despejó como pudo.

El movimiento de Xavi fue meter la zancada de Nico y cerrar con tres centrales, a ver si por ahí encontraba Jordi Alba más espacios, sin tener la presencia de un tapón por delante. Y justamente el discutido lateral fue el que logró el pase a la espalda de los rivales hacia Ferran Torres y que este sirviera en bandeja el tanto a Frankie de Jong, que no perdonó. Hubo un poco de misterio a la espera de la revisión en el VAR por los fueras de juego. Fue justo, pero legal.

Los entrenadores suelen decir cuando sus equipos no marcan goles que lo que les preocuparía sería no generar ocasiones. En ese sentido, el técnico del Barcelona tiene el problema al revés. En todo el partido de Mendizorroza sólo logró crear una ocasión en jugada, y fue para adentro. Más eficacia, imposible.

Arriesgó Xavi con el cambio de Nico, pero no se desguarneció del todo el Barcelona. Sí tuvo Joselu la oportunidad de romper el choque en un cabezazo claro que tiró fuera. Tampoco generó muchas opciones más. El encuentro iba para 0-0, pero en una jugada se resolvió. Fue un gol de oro para el Barcelona, que necesitaba la victoria para seguir peleando por entrar en los puestos de Champions, donde se han metido muchos competidores. Fue tan tarde el tanto que apenas tuvo tiempo de temblar. Sí concedió una oportunidad más en un córner, que Edgar Méndez no remató con éxito.

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