Copa del Rey

Madrid

5-0. La cara buena del fútbol

Foto: AP
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La cara buena del fútbol es que Boniquet tenga un penalti a favor en el Santiago Bernabéu, el sueño de su vida, y con toda su emoción y su intensidad lo mande fuera y ahora esté dándole vueltas y quizá siga mañana, y puede que lo recuerde con cariño dentro de unos años. La cara buena del fútbol es Jesé corriendo por la banda calentando, tras todo su esfuerzo, y el público de pie, tanto tiempo esperándole; y después, la cara buena de este deporte es el mismo Jesé haciendo un caño de espaldas y un poco más tarde marcando un gol y celebrarlo en un piña con todos los compañeros y con quien más le ha ayudado en este tiempo de recuperación. El rostro positivo es Pacheco en la portería y Medrán en el centro del campo y Llorente más tarde y Javier Muñoz, sintiéndose hombres que han cumplido lo que infinitas veces soñaron con los ojos abiertos. O Isco y James dibujando pases cerca del área del Cornellá, como si fueran unos niños jugando en el recreo. O los jugadores del Cornellá, goleados, pero satisfechos, haciéndose fotos antes del partido, buscando camisetas después, jugando 14 para que los máximos posibles pudiesen disfrutar del estadio y yendo al final a saludar a los aficionados que fueron a verlos.

La cara buena, en fin, son los niños, que ayer iban por las afueras del estadio, antes de que comenzase el partido, agarrados a la mano de sus padres con fuerza, seguros y confiados en que nada malo va a pasar caminando por las calles de Madrid cerca de un campo de fútbol, algunos vestidos con la equipación del equipo hasta las botas de futbolista, aprovechando que aún es otoño, con los ojos iluminados , un silencio expectante y mirando hacia arriba, viendo que el estadio es alto, que no se acaba nunca. Y ellos no lo saben, pero no van a olvidar este día.

Porque vieron una goleada de su equipo, que jugó paseándose ante un Cornellá que no hizo ni un tiro a puerta. Su única noticia fue el penalti, que se escapó, y después se dedicó a pasar la tarde y almacenar recuerdos de haber disputado un encuentro oficial en el Bernabéu. En el Madrid descansaron casi todos menos Isco, que disputó los noventa minutos, y James, que ha jugado todo en el Madrid, el único futbolista que ha estado en la racha de los 17 partidos consecutivos que ya suma el conjunto de Ancelotti, a un paso, el sábado, de igualar la marca de Rijkaard, a dos de ser el único con tantos días sin hacer otra cosa que ganar. James e Isco no descansaron, pero disfrutaron como nunca, sin exigencias defensivas, pensando sólo en llegar a la portería contraria. Hicieron los tres primeros goles y se lo pasaron en grande, sobre todo el andaluz, que en días así se siente capaz de hacer cualquier cosa con la pelota. Se la pega al pie, mueve la cintura y el Bernabéu le vuelve a jurar amor eterno. Sin rival, sin nada en juego, era un día para recuperar a futbolistas: que Illarra sienta que puede llevar a un equipo; que Khedira, hasta que se llevó el golpe en la cabeza y se fue al hospital por precaución, vuelva a sentirse sano; que Chicharito vea portería y, por último, que Jesé disfrutara de sus primeros minutos. Salió pasado el 55, tardó más de cinco en tocar la pelota, pero cuando marcó Chicharito, entre los abrazos, Isco y Jesé se quedaron hablando. En la siguiente jugada que pudo, le dio la pelota para que marcara.

Y es por eso, ingenuos de nosotros, por lo que nos gusta mucho el fútbol.

Ficha técnica:

5 - Real Madrid: Pacheco; Arbeloa, Nacho Fernández, Varane (Llorente, m.46), Coentrao; Khedira (Jesé, m.56), Illarramendi, Medran; Isco, James (Javi Muñoz, m.63) y 'Chicharito' Hernández.

0 - Cornellá: Iñigo; Pere, Borja López, Pelegrí, Israel; Luis Gaudioso (Joaquín, m.56), Gómez, David García, Boniquet; Óscar Muñoz (Trujillo, m.56) y Gallar (Caballé, m.69).

Goles: 1-0, m.16: James. 2-0, m.32: Isco. 3-0, m.33: James. 4-0, m.60: Borja en propia puerta. 5-0, m.77: Jesé.

Árbitro: José Luis González (comité castellano-leonés). Amonestó a Illarramendi y Javi Muñoz por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro de vuelta de los dieciseisavos de final de Copa del Rey, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 41.000 espectadores.