Real Madrid

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5-1: Ronaldo anda suelto

El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo celebra su cuarto gol ante el Elche, quinto para el equipo
El delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo celebra su cuarto gol ante el Elche, quinto para el equipolarazon

Rota Benzema, rota Modric, rota Casillas y uno por uno irán rotando casi todos los jugadores del Madrid, para que no se cansen, menos Cristiano Ronaldo que, como el año pasado por estas fechas, está encendido, no conoce el cansancio ni otra cosa que no sea el gol.

Rota Benzema, rota Modric, rota Casillas y uno por uno irán rotando casi todos los jugadores del Madrid, para que no se cansen, menos Cristiano Ronaldo que, como el año pasado por estas fechas, está encendido, no conoce el cansancio ni otra cosa que no sea el gol. Pasa por esa fase en la que todos son atajos para la portería contraria y no hay manera humana de detenerle. Suma una cantidad de goles que para la mitad de los delanteros de la Liga es una cifra con la que ya justifican la temporada. Ha hecho siete en dos partidos. Tiene hambre desmesurada y, con él en ese estado, el Madrid va arrasando rivales sin darse cuenta, mientras van pasando los partidos y cada vez que se mira se ve mejor. Ayer hizo dos de penalti, otro de cabeza y uno al final, cuando todo el mundo pensaba en llegar pronto a casa y él seguía obsesionado en conseguir otro tanto.

En este momento de su carrera, Cristiano puede ser lo que él quiera. Ha alcanzado la plenitud futbolística para pensar en el colectivo, para dar una palmada de ánimo a James, un pase casi de gol a Kroos, apoyar a Chicharito o pedir al equipo que se venga arriba cuando marcó el Elche por un penalti que él mismo cometió. Está en todo. Y los contrarios tienen un problema. Porque siempre quiere más. Ayer, junto a Bale, jugó de delantero. El galés hizo el primero y Ronaldo, el resto. Benzema miraba desde el banquillo, quizá preocupado, quizá no.

El Bernabéu pidió el Balón de Oro para su estrella y los ratos que no lo hacía se embobaba con Isco. Ronaldo es una constante, pero no hay mejor termómetro para medir cómo se encuentra el Madrid que ver cómo juega el futbolista andaluz. Fue titular en Anoeta y desde el minuto 20 desapareció del campo como el resto de sus compañeros. Volvió a ser titular ayer, contra el Elche, y el estadio volvió a sentir eso que sintió hace un año y creía que había olvidado. Porque lo que hay entre el malagueño y la grada madridista es amor. Isco coge el balón, mira al suelo, mueve el pie o la cintura, se sale con la suya y el estadio se enamora. El Madrid tiene al mejor, que es Ronaldo; tiene a Bale, que marca cuando no se le espera; tiene la eficacia alemana de Kroos o la pasión que le pone James, pero Isco ofrece algo que ninguno de los demás puede dar: pillería para dejar sentado al rival; el gusto por el regate en cortito, que cuando te quieres dar cuenta dónde está la pelota, ya se encuentra en la otra pierna y lejos del defensa. Si Isco pide el balón y espera al defensa para regatearle, es que las cosas están yendo bien, que el Madrid está de fiesta.

Fueron las cosas fenomenal ayer, en un partido en el que Ancelotti volvió a probar. Ha olvidado la crisis y ahora camina con seguridad. Incluso cuando se puso con un gol en contra, no dudó, como otras veces.

Le faltaban ocasiones, pero tenía el encuentro dominando, jugando en campo contrario, hasta que Cristiano pegó una patada al aire y dio a un rival. Clos Gómez lo vio claro, pero después le estuvo dando vueltas a lo que había señalado. No debía estar nada seguro, porque aprovechó una caída de Marcelo en el área del Elche para compensar. El año pasado el Elche no marcó en el Bernabéu, pero tuvo más presencia en el partido. O ha cambiado el equipo de Escribá o ha cambiado el Madrid, que ya no se deja dominar, que prefiere tener el balón para defenderse y jugar más arriba. Eso provoca que los laterales tengan que estar muy atentos para que no les cojan la espalda. Le pasó a Marcelo en una ocasión y vio una amarilla peligrosa. Lo que pasa es que el brasileño aporta tanto en ataque que es complicado reprocharle nada. Después del gol de Bale, forzó el penalti y se inventó el centro para Ronaldo.

Benzema veía todo desde el banquillo, puede que pensando que las rotaciones pueden poner en duda su titularidad. Resulta que su rival en el campo ya no es Chicharito, sino que es, quién lo iba a decir, Illarramendi: el vasco recibió ayer su primera ovación del Bernabéu, porque hizo su mejor partido desde que llegó. Mandó en el centro del campo, se ofreció a sus compañeros y se atrevió a llegar al área. Ordenado y sereno, está claro que el Madrid se siente más seguro con él, mientras Ronaldo mata su hambre destrozando rivales.

- Ficha técnica:

5 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal (Arbeloa, m.65), Varane, Sergio Ramos (Nacho Fernández, m.82), Marcelo; Illarramendi, Kroos, Isco; James (Chicharito, m.78), Cristiano Ronaldo y Bale.

1 - Elche: Manu Herrera; Cisma, Lombán, Pelegrín, Edu Albácar; Rodríguez, Mosquera, Adrián (Pasalic, m.67), Coro (Fayçal, m.61), Víctor Rodrígues (Cristian, m.78); y Jonathas.

Goles: 0-1, m.15: Albacar de penalti. 1-1, m.20: Bale. 2-1, m.28: Cristiano Ronaldo de penalti. 3-1, m.32: Cristiano Ronaldo. 4-1, m.80: Cristiano Ronaldo de penalti. 5-1, m.92: Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Clos Gómez (Colegio Aragonés). Amonestó a Carvajal (4) y Marcelo (17) por el Real Madrid; y a Albacar (58) por el Elche.

Incidencias: encuentro correspondiente a la quinta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.500 espectadores.