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El Atlético y su margen de mejora

A pesar de lo holgado del marcador de Cádiz conviene no llevarse a engaño

Simeone, en la banda del Estadio Nuevo Mirandilla
Simeone, en la banda del Estadio Nuevo MirandillaJON NAZCAREUTERS

Después del drama vivido en el Metropolitano el pasado miércoles frente al Milán, donde el Atlético se complicó la existencia y de qué manera y su posible continuidad en la Champions, hasta el punto de necesitar un favor del Liverpool de Kloop además de estar obligado a ganar en campo del Oporto, Simeone confió en el mismo once titular para jugar contra el Cádiz. A pesar de lo holgada que terminó siendo la victoria, convendría no venirse muy arriba y llevarse al engaño con el marcador final.

El primer tiempo de los colchoneros fue otro esperpento. Se concedieron de nuevo ocasiones al equipo local en forma de regalos individuales. En el grupo de los señalados no se libra nadie. Hermoso y Giménez tardaron en liarla menos de tres minutos, y Savic está a día de hoy lejos de ser ese central con jerarquía que da seguridad al resto de sus compañeros. Ni siquiera Oblak, que sacó la guitarra en una jugada impropia del mejor portero del mundo para ilusionar al Cádiz durante apenas dos minutos.

Sólo Lemar y De Paul estuvieron a la altura de lo que se espera de este equipo durante los primeros 45 minutos. En la reanudación parecieron espabilar los del Cholo y se notó, hasta el punto de que tardó bien poco en abrir el marcador. Con el 0-1, los locales tuvieron que arriesgar mas y el Atleti jugo a placer contragolpeando con Griezmann al frente. Correa y Cunha le dieron otro aire al equipo, combinando con rapidez y efectividad. Mención aparte merece el brasileño, que cada vez que juega aporta, ya sean goles, asistencias o trabajo. Está demostrando con su calidad que merece más minutos de los que disfruta. Debería ir Simeone pensando en gestionar los momentos de Luis Suárez en favor de Cunha, por muy complicado que sea, teniendo en cuenta el peso en el equipo del uruguayo.

La victoria ante el Cádiz fue justa y contundente sí, pero con semejante debilidad defensiva y tantos minutos con incapacidad para generar fútbol, el punto idóneo para conseguir los objetivos aún queda lejos. Y el primero de ellos es en menos de dos semanas en Oporto. El pase a los octavos de final de la Champions es una obligación. Mejor no pensar en caer a la Europa League o quedar directamente eliminados.