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Fútbol

Griezmann lleva al Atlético a la Champions (0-2)

Los goles de Cunha y De Paul dan a los del Cholo un triunfo que les permite cumplir su objetivo. Pese a la derrota, el Elche también se asegura la permanencia

Cunha celebra el gol que le marcó al Elche
Cunha celebra el gol que le marcó al ElcheManuel LorenzoAgencia EFE

Griezmann se olvidó del gol en el traslado de regreso de Barcelona a Madrid. No acierta con la portería el francés, pero no hay casi ningún jugador en el Atlético que vea el fútbol con la misma facilidad que él. Un pase en profundidad a Lodi que cogió la espalda a la defensa del Elche abrió el camino para el gol de Cunha. Y para la victoria de su equipo, que remató Griezmann con otra asistencia.

El «8» del Atlético combinó con De Paul en el borde del área para devolverle la pelota en el área pequeña y con la portería vacía. Pura generosidad la del francés. Sólo ha marcado tres tantos en el campeonato, pero no le importó regalar el gol a su compañero.

Fue una muestra de lo que es capaz, algo que sólo se ha visto esta temporada en algunas ocasiones. Pero no es extraño que Simeone le haya hecho coincidir en el tramo final de la temporada con Joao Félix. Hablan el mismo idioma, juegan el mismo fútbol y el mejor Atlético de la temporada llegó con ellos dos en el campo.

Griezmann ha encontrado su lugar más lejos del área de lo que acostumbraba en épocas anteriores. Ahí tiene el tiempo para pensar que agradecen sus compañeros. Y así se encargó de cerrar la clasificación de su equipo para la Liga de Campeones. El objetivo mínimo con el que empezaba el curso y que le ha costado cumplir hasta el final. Y sólo lo ha conseguido con destellos de calidad de futbolistas como Antoine, capaces de sacar de la rutina a su equipo.

Esa rutina incluye los despistes en la defensa de los balones parados. Una tortura para el equipo de Simeone esta temporada. El Elche se acercó al gol por esa vía, aunque nunca asustó de verdad a Oblak. Pero sí molestó lo suficiente para que el portero se enfadara con Lodi y terminara la primera parte con la intención de aclarar algunas cosas con su compañero. Ahí apareció Luis Suárez para calmar al esloveno antes de que entrara en el vestuario, en la que ha sido, seguramente, una de las mejores actuaciones del uruguayo en toda la temporada.

Fue más cómodo el partido para el Atlético de lo que parecía en el comienzo. Apenas había dado tiempo a que se situaran los futbolistas en el campo cuando se lesionó Vrsaljko. Lo sustituyó Lodi y el Atlético cambió de dibujo. Pasó de defender con cuatro a jugar con tres centrales, algo a lo que están acostumbrados los jugadores rojiblancos en esta temporada.

Pero la brillantez es la misma. Escasa. Ni siquiera para celebrar el partido número 400 de Simeone como entrenador del Atlético. Un partido más, rutinario, en el que tuvo la ayuda del Elche, que ya se sabía salvado mucho antes de que terminara el partido.

Sin nada que jugarse ninguno de los dos, con la vida resuelta, podían haberse liberado y disfrutar. Pero no había más interés que dejar pasar los minutos para que acabara el partido.

Sólo un remate de Correa al larguero sirvió como despertador para que los espectadores se acordaran de lo que habían ido a ver. Estaba atento Edgar Badía para desviar lo justo esa pelota. Igual que había hecho en la primera mitad para evitar el gol de Rodrigo De Paul. No pudo hacerlo con el remate de Luis Suárez con el tiempo cumplido que podía haber sido el tercero del Atlético. Pero lo anularon por fuera de juego. Un homenaje «robado» al uruguayo.