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El Atlético ya no sabe quién es (1-1)

Se adelantó pronto con un gol de Morata, pero no supo mantener la ventaja ante la Real Sociedad. Oblak se marchó lesionado

Umar Sadiq celebra el gol del empate de la Real Sociedad
Umar Sadiq celebra el gol del empate de la Real SociedadJavier EtxezarretaAgencia EFE

El Atlético es incapaz de mantener un resultado a favor. Ni siquiera cuando a los cinco minutos de partido Morata le pone por delante. El internacional español ha empezado en forma la temporada y aprovechó un balón suelto en el área después de un córner mal sacado por Carrasco para marcar el primero.

Eso hubiera bastado en otro tiempo para que el partido se acabara, para que el Atlético consiguiera que no se jugara más y la Real se desesperara en busca de un empate que nunca llegaría.

Pero eso era antes. El Atlético vendió su alma después de ganar la Liga en 2020 y ya no le pertenece. Ya no se reconoce en el espejo y la solidez defensiva que mostraba en los primeros tiempos del Cholo. Quizá ayude que de los cinco defensas que pone el Cholo en el campo sólo dos lo sean de verdad. Eso provoca que los laterales –en Anoeta les tocó a Llorente y a Carrasco– tengan problemas cuando se enfrentan a extremos de verdad. Como le sucedió al internacional español cuando tenía que intentar parar a Cho, que siempre lo superaba por velocidad y por habilidad.

Se sostiene el Atlético gracias a Oblak y a la calidad individual de sus futbolistas, que pudo haberle dado la victoria en los últimos minutos. Especialmente de Joao Félix, que dio un pase a Correa que era gol y que el argentino mandó al cuerpo de Remiro. En los últimos instantes volvió a aparecer el portugués que el portero de la Real despejó también con una parada increíble.

Se quejó el Atlético de un gol anulado a Correa previo a ese remate de Joao Félix. El árbitro pitó una falta anterior y los rojiblancos se quedaron con las ganas.

Tampoco su partido merecía esa victoria que reclaman. La Real tomó el mando del juego después del gol de Morata y siempre pareció más cerca del gol. Pero no lo encontró hasta que entró Umar Sadiq en el campo. El delantero recién llegado del Almería para sustituir a Isak tardó poco en igualar el partido. Entró tras el descanso y apenas tardó diez minutos en conseguir su primer gol. Cho centró desde la izquierda, de manera perfecta, a la espalda del central que saltaba con el nigeriano y Sadiq remató la igualadda con el hombro.

Ilusiona a la afición el nuevo fichaje de la Real, que siempre da sensación de peligro. Y estuvo cerca de ganar el partido para su nuevo equipo. Resolvió picando por encima de Oblak un pase de Kubo, pero estaba en posición adelantada. La alegría duró poco, pero la promesa del gol se mantiene.

En esa jugada, además, el Atlético perdió a su mayor certeza. Oblak chocó con Reinildo al intentar tapar el remate de Sadiq y minutos después era sustituido por Grbic. Un guardameta que sólo había jugado un partido con el escudo rojiblanco, en la Copa contra el Cardassar, y que el año pasado estuvo cedido en el Lille.

No le pesó el estreno en la Liga y en su primera intervención despejó un disparo de córner directo que había sacado Kubo. El Atlético había perdido su última línea de seguridad y le tocaba sufrir.

Es cierto que había tenido oportunidades y que le habían anulado un gol en la primera parte por una mano en el control de Joao Félix. Morata, que lo aprovecha todo, recogió el balón que había quedado suelto en el área para empujarlo a gol. Pero el VAR detectó la infracción del portugués. Y un durísimo disparo de Giménez desde fuera del área lo había despejado Remiro al larguero.

El Atlético lo intentó, pero ha perdido su esencia y se queda con la sensación de lo que pudo haber sido y no fue.