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Cara a cara: ¿Ningunea el Barça a sus seguidores de fuera de Cataluña?

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SÍ. FCB: «Fútbol Cataluña Barcelona»

José Luis Sánchez

Carmen ¡basta ya de caretas! Y no me refiero al bochornoso espectáculo de Getafe. El aficionado está harto, no quiere más política, no quiere esteladas, no quiere adhesiones a grupos independentistas, quiere fútbol. Disfrutar con los goles de Neymar, los apariciones de Luis Suárez o la sobriedad de Busquets. De eso se quieren sentir orgullosos en Cataluña... y en el resto de España. Tenéis que hacer un ejercicio, poneros en la piel del seguidor extremeño, andaluz, gallego o madrileño que admira al Barça. No os dais cuenta que no se siente identificado, no es parte de una entidad que no les quiere como aficionados. El «Fútbol Cataluña Barcelona» se ha politizado hasta un punto decepcionante y vergonzante.

- Referéndum

Para demostrar los catalanes que son en Barcelona se repartieron esteladas a chinos, ingleses, japoneses, norteamericanos... Escenificación para la UEFA, para decirle: «Ves, somos muy catalanes y sacamos muchas banderas independentistas, a ver si me sancionas ahora». Para el próximo partido te propongo una acción parecida. Vamos a regalar cientos y cientos de banderas españolas. Las gradas del Camp Nou teñidas de rojigualda. Imagino que no se pitaría, se respetaría verlas ondear al viento. Eso también es libertad de expresión. Me imagino a Bartomeu tragando saliva, excusándose para abandonar el palco en el minuto 12, para conmemorar «La Pepa». El gentío al grito de «Viva España» o «Todos somos España», ¿te imaginas? Yo no.

- ¿Hablar de fútbol?

Se decía Carme, «no votéis a Laporta que politizó el club». Pues Bartomeu se ha subido al caballo de la Generalitat. A todos nos gustaría hablar más de fútbol, pero entre los escándalos fiscales, las trampas en el precio de los fichajes, la sanción de la FIFA y el circo independentista no se puede. Primero, comunicados para adherirse a la causa, luego protestas porque sancionan al exhibir símbolos que atentan contra las normativas. Pues qué quieres que te diga, el camino se ha desviado un poco. Sinceramente, creo que Bartomeu está como loco porque «Juntos por el Sí» celebre un mitin en el Camp Nou antes de las próximas generales. Realmente lo pienso. Te imaginas a la directiva, los jugadores y el cuerpo técnico ondeando banderitas mientras Romeva arenga a las masas independentistas... Al tiempo Carme, al tiempo.

NO. Queréis desviar la atención

Carme Barceló

A ver si consigo que lo comprendas, querido José Luis, que me da a mí que te interesa más hablar de estos temas que de la magia de Neymar contra el Villarreal en el Camp Nou. El Barcelona apela, pide y demanda que se respete la libertad de expresión de las personas que acceden al recinto para disfrutar de un encuentro de fútbol. Sólo faltaría. Cuando una bandera lo único que representa en un sentimiento lícito y pacífico de una serie de personas que asisten al estadio y a los que la UEFA multa y castiga por hacerlo, forma parte de la normalidad democrática protestar ante ello y darle la visibilidad posible. El club no se manifiesta con esto a favor o no de la independencia de Cataluña, compañero. Sólo pide que se permita expresar a los aficionados algo que de ningún modo genera ni violencia, ni homofobia ni racismo.

- Convivencia sana

El Barça es un club transversal, algo que ha demostrado por activa y por pasiva durante sus más de cien años de historia. Cada socio y seguidor conoce la idiosincrasia de una entidad cuyo lema –aceptado por todos, por cierto– es «més que un club», con toda la carga histórico-deportiva que ello conlleva. Y se convive con ello desde hace más de cien años. De hecho, hace muchos que se ven «estelades» en los encuentros que el Barcelona juega en casa y hasta hace unos meses nadie daba mayor trascendencia a esas banderas. Reducir todo lo que esto significa a la anécdota de dos turistas asiáticos que van a ver un partido de fútbol y a la puerta del Camp Nou les dan una bandera y desconocen su significado me parece de una frivolidad absoluta. De lo que estamos hablando es de la defensa de una de las libertades que más nos ha costado conseguir a todos. Y me parece que esto sea una chufla.

- Desviar la atención

No interesa hablar del buen rollo que exhibe el vestuario azulgrana ni de los éxitos deportivos que lleva consiguiendo en los últimos tiempos. Hay vida más allá de las «estelades», pero hay quien como tú, José Luis, prefiere desviar la atención para que no nos fijemos en otras cosas. Mientras un presidente espera en Valdebebas la llegada de un jugador tras pasar la noche en un calabozo, en otros organizan excursiones familiares con toda la plantilla, cuerpo técnico y empleados. Ésta es otra bandera, la de la hermandad y el compañerismo. Pero vende menos, claro.