Valencia

Casillas pide sitio (por ahora)

Iker Casillas en un acto en el club deportivo de Boadilla del Monte
Iker Casillas en un acto en el club deportivo de Boadilla del Montelarazon

Llegaba Iker Casillas al polideportivo, con chándal gris, y uno de los niños que le iban a hacer preguntas y después jugar con él, daba un codazo a su compañero: «Le voy a meter un gol». «Cómo le vas a meter un gol, si es el mejor portero del mundo», le respondía el otro, con la boca abierta aún, asombrado por la aparición del portero. Se ha acabado su etapa de silencio. Ayer estuvo en una presentación de la marca de coches Hyundai, dispuesto a dar la cara, a ser protagonista esta temporada frente al silencio y el paso atrás que dio cuando Mourinho le dejó en el banquillo: «Para bien o para mal el año pasado tomé la postura de estar callado. Eso la gente tiene que respetarlo. Por encima de mí siempre estaba el club. He tenido un trato muy directo con el presidente estos ocho meses y en todo momento me he sentido muy arropado por el club».

Medio sentado en una banqueta, muy tranquilo y sonriente también frente a los asuntos más delicados, el guardameta aseguró que ha «cambiado radicalmente» de un año para otro. Estar parado le ha hecho reflexionar. «Cuando llevas 14 años jugando al máximo llegas a un punto en que no valoras realmente lo que es esta profesión». Pasó de ser titular seguro a ser suplente seguro. Se fue el entrenador portugués, llegó Ancelotti y empezó en el banquillo.

Nuevo ánimo

La situación ha cambiado un poco. Su ánimo, su actitud, han cambiado drásticamente. Con Ancelotti mantiene la esperanza. Pese a que los papeles de los porteros ya se han repartido, no se va a rendir. «Iker Casillas –dijo el propio guardameta– sigue estando ahí». «Quiero jugar más y voy a competir con los demás compañeros para estar cada partido en el once inicial. Que juguemos dos porteros es un reto más en la vida y hay que superarlo y ganarte la confianza. Es una cosa inusual, quizás un primer paso, pero quiero más evidentemente».

Una vez olvidada su lesión y después de que la operación le haya dejado la mano tan bien o mejor que en el pasado, va a pelear hasta el límite de sus posibilidades. Puede parar como antes y quiere jugar como antes.

Pero si pasado un tiempo no lo consigue, no cierra ninguna puerta, pese a que este es el club de su vida, el que le ha dado la oportunidad de ser quién es: «El jugador pasa por momentos en los que cuando no es protagonista se pasa por la cabeza tomar alguna decisión. Soy humano, no soy una máquina que voy a pensar únicamente en seguir aquí porque quiero seguir. Claro que quiero seguir aquí y seguir ganando más títulos con este equipo», aseguró el portero. Pero continuó: «Llegará un día en el que a lo mejor tenga que tomar alguna decisión. A día de hoy, mi objetivo es luchar, pelear y jugar todos los días. Y si no lo tuviera claro le hubiese dicho al presidente en septiembre que me quiero ir. He decidido que quiero formar parte de esta plantilla y de este club mucho tiempo y si me vuelve a pasar dentro de tres meses el no jugar y me vuelves a preguntar puede que te responda que a lo mejor me estoy planteándome irme».

El futuro es incierto para Casillas, una situación en la que no se encontraba desde los comienzos de su carrera, cuando tenía que competir con César para defender la portería del Madrid. No esperaba que pese a su trayectoria, tuviera que volver a empezar otra vez: «No estás acostumbrado a esta situación porque he sido titular siempre, pero hay que sacar lo positivo y valorar un poco más este deporte. Y he tenido muchas más ganas de volver a competir. Y creo que se me nota, que la gente ve que tengo todavía más ganas que la temporada pasada».

Una situación inusual

El problema es que su compañero de trabajo, Diego López, está teniendo unas actuaciones «fantásticas», según el propio Casillas. La competencia es buena para el equipo, porque obliga a todos los guardametas a estar al máximo y a Ancelotti a decidir dar oportunidades a los dos. «Aquí la situación es inusual», ha asegurado el entrenador italiano en el «Corriere Della Sera»: «Tengo dos grandes porteros: uno, con menos experiencia y el otro, que es un icono del Real Madrid y del fútbol español. Diego López comenzó su preparación antes que Iker Casillas, así que empecé con él y después he decidido dar a Casillas la oportunidad de jugar en Liga de Campeones porque sigue siendo muy fiable».

Casillas, que está a gusto con Vecchi, respeta esa opinión: «Las decisiones tiene que tomarlas el entrenador. Todos los compañeros tienen derecho a jugar. Todos los jugadores queremos formar parte del once y somos egoístas porque queremos hacerlo, pero eso también es ser profesional, al igual que hay que respetar la decisión del entrenador y la del compañero que juega».

El capitán ha disputado un partido contra el Copenhague, el resto, los ha visto desde el banquillo. Sabe muy bien cómo está el equipo: «La idea la tenemos clara. Somos conscientes de que no podemos arriesgar tanto en los partidos. Cuando te pones perdiendo 1-0 en Valencia, empatas y otra vez te hacen el segundo... Estamos jugando con fuego y los puntos se pagan caro. Queremos hacer las cosas bien este año para olvidar la temporada pasada, que fue desastrosa en títulos».

Y en su relación con Mourinho: «Estoy convencido de que algún día nos volveremos a encontrar y tomaremos una Coca-Cola en una mesa. Si le preguntas a él, sale por cualquier lado y dirá seguro que me tocará pagar a mí, pero sinceramente no hay que darle más vueltas. La relación que tuvimos es nuestra, los dos supimos lo que pasó, nos quedamos con lo bueno que dio al equipo y el plus que tenía que dar, que lo habíamos perdido». Sin rencor con Mourinho, tampoco cree que haya problemas con la afición del Madrid: «A la gente que no le agrade yo, que esté tranquila: haré todo lo posible para que se sienta identificada conmigo, con su capitán, y a la gente que le gusto, voy a intentar estar igual o mejor».

Falcao, ¿el próximo galáctico?

El delantero colombiano Radamel Falcao fue visto ayer en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Aunque se trataba de una escala del vuelo que le trajo de Colombia y cuyo destino era Niza, su lugar habitual de residencia.

El regular inicio de temporada del Real Madrid y el rendimiento de sus delanteros ha hecho que Falcao sea uno de los posibles fichajes del club para la próxima temporada. Todo ello sumado a las declaraciones de hace tres días de Florentino Pérez en las que afirmaba que el atacante del Mónaco deseaba jugar en el conjunto blanco, ha acrecentado los rumores en torno a un posible traspaso. Aunque hay que recordar que el colombiano tiene contrato en vigor y al ser preguntado por este tema negó haber hablado con el presidente blanco desde que se fue del Atlético.