Atlético de Madrid

Atlético de Madrid

Con diez minutos basta

Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el gol marcado por el delantero francés Antoine Griezmann.
Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el gol marcado por el delantero francés Antoine Griezmann.larazon

Mikel González, en propia puerta, y Griezmann doblegan a una Real incapaz de dar réplica al Atlético, que se paró tras marcar los goles.

En diez minutos los deberes estaban hechos. El Atlético salió fuerte, como había anunciado Simeone, y la Real, cuando quiso darse cuenta y entrar en el partido, había recibido dos puñetazos. El primero llegó en una acción de Gámez. Al malagueño le hicieron falta, lanzó Koke, remató Arda al poste y llegó el primer córner. Y sabido es que la estrategia es un arma letal de los rojiblancos. El saque de esquina propició el gol en propia puerta de Mikel González en su intento de despejar de cabeza. Dos minutos, cara de póquer de Moyes y un nuevo partido para los donostiarras, que no tuvieron tiempo para reaccionar. Porque Griezmann hizo el segundo al aprovechar un disparo de Koke que Rulli despejó mal. El francés no lo celebró porque es duro ser el verdugo del equipo que le ha dado todo en España. Simeone, sí. Diez minutos y el objetivo cumplido, porque todo lo que sucedió después fue previsible.

El Atlético sabe enfriar los partidos, sabe jugar al fallo del rival y todos los intentos realistas resultaron baldíos. La Real tomó la iniciativa, lanzó córneres y llegó al área rojiblanca, pero demostró su impotencia. Moyes había apostado por Chory Castro como único delantero y desde la segunda línea tampoco crearon mucho peligro Xabi Prieto, Canales y Zurutuza. Rubén Pardo movía el cotarro, pero a un ritmo cómodo para que el Atlético no se descosiera. Tiago y Mario trabajaban en defensa; Koke ponía el orden y los balones entre líneas para Griezmann y un desdibujado Torres, mientras que Arda era un verso suelto que frotaba poco la lámpara de sus genialidades.

Nada cambió tras el descanso. Al revés, el Atlético tuvo más control, alguna llegada, poco remate y el convencimiento de que si la Real no daba un paso adelante el partido estaba resuelto. Los donostiarras querían, no podían y los madrileños seguían con su idea de no descomponerse, de apretar en defensa y de buscar un hueco para rubricar el triunfo. Entró Raúl Jiménez por Torres, pero el mexicano todavía anda despistado, pese a su voluntad. Moyes se la jugó con sus dos delanteros centro: Agirretxe y Finnbogason. Un gol les metía en el encuentro, pero hasta que apareció Granero no ocurrió nada. Y fue el ex madridista quien despertó a la parroquia y a Oblak con un lanzamiento de falta, que sirvió para constatar que la portería está muy bien cubierta por el esloveno, el cual hizo una gran parada.

Fue, al margen de los goles, la acción más destacada de un partido que duró lo que dice Sabina en su canción. Aquí no hubo peces de hielo ni güisqui, sólo dos goles que fueron suficientes para que el fin justifique los medios del triunfo. Del juego, mejor no hablamos. Hubo poco porque el Atlético se frenó a los 15 minutos, una vez que había amarrado su botín, y porque la Real fue plana y no le obligó a un mayor esfuerzo. Tercera victoria consecutiva para los de Simeone, que ganan otra de sus finales. Queda mucho camino todavía y mucho deberá cambiar el Atlético para lograr su objetivo. Lo de ayer, no vale.

Ficha técnica:

2 - Atlético de Madrid: Oblak; Gámez, Giménez, Miranda, Siqueira; Arda (Saúl Ñíguez, m. 86), Mario, Tiago, Koke; Griezmann (Gabi, m. 90) y Fernando Torres (Raúl Jiménez, m. 61).

0 - Real Sociedad: Rulli; Zaldua, Mikel González, Elustondo, Yuri; Bergara, Pardo; Zurutuza (Fingobasson, m. 74), Canales (Agirretxe, m. 74), Xabi Prieto; y Chory Castro (Granero, m. 81).

Goles: 1-0, m. 2: Mikel González, en propia puerta al intentar despejar un saque de esquina de Koke. 2-0, m. 10: Griezmann aprovecha un rechace de Rulli a disparo de Koke.

Árbitro: Undiano Mallenco (C. Navarro). Amonestó al local Arda Turan (m. 83).

Incidencias: partido correspondiente a la trigésima jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 45.000 espectadores. El equipo benjamín del Atlético de Madrid ofreció a la afición el título de la Iscar Cup, conseguido la pasada semana.