Real Madrid
Condenados a quererse
En el Madrid consideran que Sergio Ramos está presionando con otras ofertas como modo de negociación, pero que no se va a marchar esta temporada
En un lado Sergio Ramos y en el otro, lo que llaman la T4 del Bernabéu. Llevan mucho tiempo hablando de un futuro juntos, pero ahora mismo no tienen mucho que decirse directamente. Es el momento más bajo de la relación, en el que una de las partes amenaza con dejarlo porque ya no aguanta más. Ha sido Sergio Ramos el último en mover ficha dejando caer que podría abandonar el equipo antes de empezar la temporada porque se ha cansado de la tensión que se está creando alrededor de la renovación de su contrato. Pero en el club consideran que este último movimiento, como que saliera su nombre en la pelea por la presidencia del Barça y como el interés del Manchester, responden a una estrategia y siguen pensando que el jugador no se va a mover.
Ambas partes están unidas por contrato hasta 2017, pero Ramos quiere mejorarlo ya y aumentar los 6 millones que recibe. En la entidad blanca no tienen tanta prisa. Cuentan con el tiempo a favor y no tienen muchas ganas de romper la escala salarial de la plantilla. Aunque las posturas están muy lejos ahora mismo, todos ven muy lejano que Sergio pueda abandonar el club, porque es un movimiento que no interesa a ninguna de las dos partes.
El central sólo se iría a un equipo extranjero, pero casi todos suponen bajar un escalón de competitividad. El Manchester es quien más interés ha mostrado, sin embargo, la capacidad del equipo que entrena Van Gaal para medirse con los grandes de Europa es un misterio. No ha podido competir con el Chelsea por la «Premier» esta temporada y jugará la ronda previa para entrar en la «Champions». Di María se marchó allí hace un año y es consciente de que dio un paso atrás en nivel futbolístico. Otras alternativas también alejarían a Ramos de la ambición a la que puede aspirar en el Madrid.
Mientras, si el central se marcha, el conjunto que va a entrenar Rafa Benítez tendrá que buscar un central, una posición que ahora mismo tiene más que resuelta con el andaluz, la proyección de Varane y la experiencia de Pepe. Son de los tres mejores centrales del mundo y cuando están concentrados, suben el nivel del resto y permiten jugar con centrocampistas ofensivos.
Ramos quiere reconocimiento económico a su peso en el vestuario, donde es el capitán de facto después de que Casillas se haya apartado. Es Sergio quien pega los gritos y mide el carácter al equipo. Por otro lado, algunas voces en el Santiago Bernabéu consideran que después del tanto de la «Décima», el central ha hecho una temporada con algunos errores determinantes. No se hablan, pero aún están condenados a quererse.