F. C. Barcelona
6-1. Messi no para de inventar
El Barça empezó perdiendo, pero la exhibición global del argentino rindió al Girona: ofreció pases, regates, un gol por debajo de la barrera... El triunfo mete presión al Atlético
El Barça empezó perdiendo, pero la exhibición global del argentino rindió al Girona: ofreció pases, regates, un gol por debajo de la barrera... El triunfo mete presión al Atlético.
Si el Barça llegaba al partido con ciertas dudas en su juego, el Girona pareció potenciarlas con un gol a los tres minutos después de un fallo de Umtiti, que se confió y se dejó «levantar» el balón por Portu. Pero ante las dudas, Messi, siempre Messi en este Barcelona y en el de la última década, porque el argentino, pasada la treintena, no se ha cansado de inventar. Todo es posible con él en el campo, la felicidad de sus aficionados está casi asegurada, y con el valiente planteamiento de Machín, se potenció la actuación del «10», que tuvo uno de esos días en los que está «on fire».
Presionó muy arriba el Girona, tanto que obligaba a Ter Stegen a jugar en largo, pero Leo quedaba suelto entre unas líneas del rival muy separadas. Y libre y con espacios se puede decir que es casi imparable. Recibía la pelota y podía girarse y elegir la mejor opción. Primero se apuntó a filtrar pases. Uno a Luis Suárez, que supuso el gol del empate; otro a Dembélé, otro a Jordi Alba... Todo milimétrico. Después se puso el traje de rematador, y con dos tantos más resolvió la noche. Pero no fueron dos chuts cualquiera. El primero, después de sortear a cuanto defensa se puso delante, aunque es verdad que el portero Bono tuvo manos blandas. El segundo fue de falta. La distancia era ideal, pero esta vez sacó su lado más artístico y decidió tirar raso, por si la barrera saltaba. Y la barrera saltó, como si hubiera recibido la orden telepática del «10». Se coló el balón, que ya fue imposible para Bono. Ese gol lo habían marcado con la camiseta del Barça Ronaldinho y Rivaldo. Era uno de los tantos que le faltaban al argentino, que ya ha marcado el penalti a lo Panenka, el de Cruyff, el gol de Maradona... Tiene casi toda la colección. Todavía tuvo tiempo para ser el origen de la cuarta diana tras escaparse en el centro del campo y pasar a Coutinho para que asistiera a Luis Suárez.
El Girona intentó parar a Messi con un marcaje individual en el partido de la primera vuelta, y no funcionó. Dejándolo más a su aire fue peor. Superada la primera línea de presión por los azulgranas, el partido fue pan comido para Leo y para el Barça, todo lo contrario de lo sucedido en la Champions contra el Chelsea, en el que los espacios les fueron negados. Lo de ayer no puede ocultar la fenomenal temporada del Girona, que en su estreno en Primera circula con total comodidad por el medio de la clasificación e incluso mira de reojo a Europa. Una ocasión de Choco Lozano con 1-1 fue su punto y final al partido.
Después de la exhibición, la segunda mitad no perdió interés deportivo. Lo siguió intentando el Girona y continuó llegando el Barcelona, que a parte de aumentar la cuenta tuvo otro puñado de ocasiones y un par de postes. Dembélé y Coutinho pasaron, como dirían los antiguos, del «necesitan mejorar» al «progresan adecuadamente» entre el primer y el segundo acto. Dembélé fue de menos a más. Se le ve todavía algo tímido, pero sus carreras pueden ser una buena salida para los pases de Messi. Se atrevió mediada la segunda parte. Le buscaron mucho los compañeros y terminó asistiendo a Suárez para el sexto. Coutinho también pasó de ser casi invisible a mostrar su habilidad con la pelota y en el disparo. Desde que llegó ha intentado el mismo tiro, casi calcado, tras salir desde la izquierda, y ayer por fin le entró. Messi siguió a los suyo y dedicó el triunfo a su abuelo, que de niño le llevaba a jugar al fútbol y que falleció ayer.
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