El Real Madrid empata contra el Levante y vuelve al laberinto

El ensayo general que, en teoría, iba a ser el partido ante el Levante se fue convirtiendo poco a poco más en un paso atrás que otra cosa. Mucha parte de la inyección anímica de las dos últimas goleadas en Liga se la dejaron los blancos en otro empate con sabor a derrota. No tanto por la cuestión numérica en la clasificación como por las sensaciones, que fueron de buenas a malas según avanzaba el partido. Modric fue el único futbolista de Zidane que mantuvo el nivel en todo momento, pero la calidad del croata no fue suficiente para derrotar a un equipo que ya se llevó un punto del Bernabéu cuando comenzaba la mala racha. El buen presente de Luka va a necesitar de algo de ayuda para competir con el PSG en algo menos de dos semanas. Cada vez queda menos tiempo y un único partido (el sábado ante la Real) para que el vigente campeón de Europa se vista justo de eso para la visita de los franceses.

Y parecía que había encontrado el traje con la victoria en la caldera de Mestalla y con el arranque en el Ciutat de Valencia. Córner que bota Kroos y cabezazo a la red de Sergio Ramos. Una secuencia de acontecimientos que al juntarse saca una sonrisa a los aficionados blancos y que todavía no se había dado este curso. Así se adelantó el Madrid, como en otros tiempos remontaba encuentros o los llevaba a la prórroga en una final de Champions. Parecía un guiño a esa búsqueda de sí mismo en la que está inmerso el equipo. Se había adelantado en el marcador antes de merecerlo, controlaba el ritmo de juego y lo siguiente era que llegase el segundo tanto. Pero no fueron contundentes los de Zidane en el área contraria, en lugar de enfriar al rival se enfriaron ellos y una carrera de Morales entre los centrales acabó en el gol de Boateng.

Kilos de esperanza para el Levante y las primeras dudas de la noche para los blancos, que no volvieron a ser los mismos. Antes, se había intuido a ese Marcelo de otros tiempos, recuperado ante el Dépor y el Valencia. Se asociaba con Benzema, que dejó su mejor actuación en mucho tiempo. Al menos en todo eso que no es el gol y que a él se le da tan bien. De sus botas nació el 1-2 al pelear un balón dentro del área y dejárselo a Isco para que fusilara a Oier. El mediapunta había entrado por Bale, en la primera corrección al equipo de gala de la era Zidane. Nunca había podido empezar ese once un partido por culpa de las lesiones, pero ayer estaban todos, aunque no en la mejor forma. Ramos debutaba en Liga en 2018, por ejemplo, y Gareth ha perdido foco recientemente. Casi nunca se atrevió a explotar su velocidad, demasiado olvidado en la derecha mientras Marcelo y Benzema conectaban en la izquierda.

Isco es el primero en la lista después de ese once «ideal» y cerca estuvo de arreglar al menos el resultado. Su entrada afiló un poco al Madrid, que no supo, otra vez, cerrar el partido. Se le escapó Pazzini a la espalda de la defensa y Keylor no lo pudo salvar. Acabó el Real Madrid con Kroos, Cristiano y Bale en el banquillo, una foto de lo más significativa sobre el momento del equipo. Si era un ensayo general para el París Saint Germain, sólo Modric lo pasó con nota, mientras que la épica tendrán que seguir trabajándola. Ni en la locura final, esos momentos en los que el otro Madrid se hacía de oro, encontraron premio Asensio o Lucas. Los blancos no dan con la salida definitiva a ese laberinto que tiene una única dirección: la Champions.

- Ficha técnica:

2 - Levante: Oier, Coke, Postigo, Pier, Luna, Lerma (Roger, m.68), Doukouré, Morales, Lukic, Ivi (Pazzini, m.77) y Boateng (Jason, m.60).

2 - Real Madrid: Keylor, Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo, Casemiro, Kroos (Lucas Vázquez, m.90), Modric, Bale (Isco, m.66), Benzema y Cristiano (Asensio, m.82).

Goles: 0-1, m.11: Sergio Ramos. 1-1, m.42: Boateng. 1-2, m.81: Isco. 2-2, m.89: Pazzini.

Árbitro: Melero López (Comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los locales Doukuré, Ivi, Coke; y a los visitantes Ramos, Asensio y Varane.

Incidencias: partido de la vigésima segunda jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ciutat de València ante 23.542 espectadores.