El Atlético da el primer paso

La vuelta a la «Champions» fue la vuelta a la gloria, al convencimiento de que el Atlético está en condiciones de pelear con cualquier rival. Y con esfuerzo, con fe y con la estrategia como uno de sus mejores recursos tumbó al Zenit. Sumó los tres primeros puntos y dio un paso importante en sus aspiraciones europeas.

Simeone no engaña. Es un libro abierto en el aspecto táctico –con matices según el rival, como sucedió con el Barça en la Supercopa,– y el Atlético presentó el esquema habitual, con las líneas muy juntas y con Adrián –sustituto de Diego Costa– como compañero de Villa. La dupla asturiana tenía una misión: moverse por todo el frente de ataque para descolocar a la defensa rusa, y rematar. Koke y Arda, más por dentro que por fuera, eran los organizadores del juego rojiblanco. Para destruir y cerrar huecos, apoyando a la retaguardia, Gabi y Mario en su papel multiplicador.

Así es el Atlético, que tomó la iniciativa desde el primer minuto, que no se desesperó ante la acumulación de hombres del Zenit, que sorprendió con una defensa de cinco en donde Ansaldi intentaba abrir el equipo por la banda izquierda. No dio señales de vida el equipo ruso en ataque y fueron Villa y Koke los que probaron fortuna desde lejos. Le costaba entrar al equipo de Simeone, pero la paciencia fue ayer virtud. Tuvo el balón, recuperó pronto y, después de un disparo de Filipe Luis fue Gabi el que forzó el tercer saque de esquina. Lo sacó Koke con su precisión habitual y apareció Miranda para ganar la acción a los defensores y cabecear a la red. Un gol que era el premio al interés, a la intensidad y a la mayor capacidad de maniobra. Hulk no apareció y su cañón sólo disparó en una falta que se estrelló en la barrera. Tampoco el portugués Danny demostró su calidad y Kerzakhov fue un islote.

Spalletti rectificó. Defensa de cuatro y entrada de Shatov para que el Zenit diera un cambio radical. Dio un paso adelante, tuvo el balón y comenzó a crear peligro. Aparecía Hulk. Witsel mandaba y el Atlético se desconcentraba. Simeone trataba de corregir los defectos de los suyos, despistados y sin iniciativa.

Y el miedo se hizo realidad. Hulk marcó un golazo desde fuera del área. Los presagios no eran buenos porque el Atlético no combinaba, se defendía y no encontraba soluciones en ataque. Kerzakhov lanzó una falta al larguero y el partido era más ruso que español. Sin embargo, el equipo rojiblanco no bajó la guardia y de una falta, con Koke como ejecutor , llegó el segundo. A la tercera la metió Arda. Un gol clave, que apagó al Zenit e hizo crecerse al Atlético. Godín remató por tercera vez fuera ante el portero ruso. Necesitaba otro gol el Atlético para no sufrir en el tramo final. Y llegó. Un minuto llevaba en el campo Leo Baptistao (sustituto de Adrián) cuando aprovechó un excelente pase de Arda para marcar. La puntilla para el Zenit y la reafirmación de que el Atlético es un equipo sólido, esforzado, que no se rinde, pese a que por unos momentos estuvo contra las cuerdas, pero supo reponerse a tiempo.