El futuro es de Zidane

La derrota contra el Atlético no varía el plan del Real Madrid, que es contar con el entrenador francés para la próxima temporada. Se confía en su capacidad para acabar esta temporada y para empezar la que viene con un vestuario renovado y dispuesto a pelear desde el principio

Pase lo que pase a partir de ahora en el Real Madrid, Zidane va a seguir como entrenador la próxima temporada. Es el hombre adecuado, según el club, para llevar a cabo la más que probable renovación del vestuario. Ha ilusionado a la afición, ha hecho que los jugadores estén de su lado y está por ver lo que puede conseguir en la Liga de Campeones, donde se han depositado todas las esperanzas porque no hay más remedio. En la Liga había pocas posibilidades y no se le considera culpable de lo sucedido el sábado ni de la distancia que saca el Barcelona. El plan en el campeonato español es acabar con la mayor dignidad posible y competir en los encuentros que restan por jugar, como por ejemplo, el del Camp Nou el primer fin de semana de abril. Estar a buen nivel en la Liga, dicen en el vestuario, es el único modo de llegar bien a la «Champions». El 8 de marzo se recibe a la Roma, lo que no tendría que dar más problemas. Más tarde, en abril, después del encuentro contra el Barcelona, llegan los cuartos de final. No hay nada más importante ahora mismo para el madridismo. Algunos piensan que es un milagro, otros que Zidane es una garantía en esta competición.

- Buena empatía

Después de Benítez, el francés ha conseguido ganarse el respeto de la grada, que admira su pasado y el estilo con que está llevando estos días. El entrenador, públicamente, había conseguido transmitir optimismo y ahora, que han llegado las curvas, sigue mostrando la imagen de un entrenador que va a creer hasta el último segundo y que no va a dejar que nadie en el club tire la toalla. Dicen los entrenadores que tiene que pasar un tiempo para que se sienta la mano de un técnico en un equipo. Zidane no ha cumplido sus dos meses y es verdad que donde más se ha notado el cambio ha sido en el ambiente, en el modo de afrontar las cosas que vienen, en la empatía con los jugadores, la Prensa o los aficionados. Pese a la derrota contra el Atlético y los partidos fuera de casa, Zinedine Zidane no ha tenido grandes errores, aunque tampoco ha añadido nada especial a la forma de jugar.

- Lo mejor del mercado

No es un secreto que en las altas esferas del Real Madrid el nombre que gusta es Mourinho. El portugués se marchó y dejó una profunda nostalgia en el club. Se admira su forma de trabajar, su carácter y la capacidad que tiene para hacer frente a todas las controversias. Y que ha sido el último que ha ganado una Liga. Pero se teme que, bajo su mando, el club se convierte en un huracán constante y que, sobre todo, su futuro ya parece marcado y su destino va a ser el Manchester United, para sustituir a Van Gaal. Sin la posibilidad de hacer volver a Mourinho, no hay casi nada en el mercado que haga especial ilusión en el Santiago Bernabéu. Siempre se habla de Löw y el verano pasado se llegaron a plantear los nombres de Emery o de Míchel, pero ninguno convence y ninguno, además, parece superior al actual entrenador de la primera plantilla.

- Otros culpables

Además, no es al banquillo hacia donde se señala. El vestuario ha pasado por las manos de dos entrenadores distintos y los resultados son muy parecidos, incluso en Liga, contra los mismos rivales Rafa Benítez obtuvo un punto más. Es hacia los jugadores, hacia algunos jugadores en concreto, donde señalan los dedos que buscan culpables dentro de la entidad. Se considera que durante toda la temporada algunos de los futbolistas principales han estado rindiendo a un nivel muy por debajo de lo que lo habían hecho. En la batalla que hubo entre las oficinas y el vestuario acerca de Benítez, ganaron los futbolistas. No se entiende que, con todo lo que ha sucedido se siga con la misma actitud.

w Voz en los fichajes

El francés va a ser el entrenador y tendrá que dar su opinión acerca de los jugadores que necesita el Real Madrid para competir desde el principio la próxima temporada, en la que hace tiempo que se está trabajando.

Cristiano se ve hoy con sus compañeros

No hay nada peor que un futbolista enrabietado por una derrota y dispuesto a hablar ante la Prensa. Nada peor para el club. Casi siempre es el preludio de un incendio. Eso sucedió con Cristiano cuando salió a la zona mixta (la zona acotada para que los periodistas entrevisten a los medios). El portugués siempre ha reconocido que tiene un mal perder y que le cuesta mucho que se le pase el enfado. Después del Atlético hervía, pero no sólo por el partido, también porque sabía que gran parte de la temporada se había perdido. Era un jugador herido que no se midió y que faltó al respeto a sus compañeros, a los que hoy verá en la vuelta a los entrenamientos.Enseguida se dio cuenta. Sus palabras saltaron de tuit a tuit y de web a web y se convirtieron en la noticia del sábado por la tarde, por delante incluso del partido. Era lo que faltaba para que el vestuario terminase de explotar y más después de la derrota.Ramos, como capitán, intentó quitar hierro a sus palabras, quiso matizarlas. Pero en el audio o en la pantalla del ordenador o del móvil seguían sonando como una bomba imprevista e inadecuada. Cristiano o sus asesores o el club se dieron cuenta y en cuanto pudieron se hicieron públicas palabra de rectificación.