Restringido

El talento se impone

La Razón
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Después de la sanción de dos partidos al abanderado del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, tras su expulsión en el encuentro jugado en Córdoba, había expectación por ver cómo se manejaría el equipo ante la Real Sociedad y, al tiempo, cierta inquietud si recordamos que los donostiarras fueron los primeros en derrotar al Real Madrid recién comenzado el campeonato. También coincidía que los de Carlo Ancelotti no pudieron contar con su principal estrella, aunque allí fue por una lesión. Y había que añadir un cambio de sistema: se pasaba de un 4-3-3 a un 4-4-2. Todo el mundo se preguntaba quién sería la referencia del equipo en una tarde tan inquietante a priori. Y más cuando el equipo visitante se adelantó antes de cumplir el primer minuto.

- El gran socio

Pues bien, el que dio el paso al frente no fue otro que el gran Karim Benzema, bien secundado por don Isco Alarcón. Qué gran jugador el galo, qué bueno es Karim. No es el prototipo del clásico delantero centro, que se pega con los defensas y que sólo sobrevive en el área. El delantero de Lyon no es un depredador del gol, todo lo contrario; es un jugador técnica y tácticamente fantástico, que combina muy bien con sus compañeros, que sabe jugar cerca y lejos de la portería rival. Se asocia magistralmente y es uno de los mejores asistentes de la Liga.

- Gol de «playstation»

A veces puede parecer un tanto frío, e incluso incomprendido, por algún sector de la afición blanca. Pero el sábado dio una clase magistral con su juego y sus goles. Benzema hizo un tanto de «playstation» y por encima de todo brindó a los aficionados una tarde memorable de fútbol moderno: paredes, controles, caídas a las bandas, combinaciones extraordinarias y una inteligencia única para llegar con facilidad a las posiciones de remate. El Santiago Bernabéu se rindió a los goles y el talento de Karim Benzema, un jugador cada vez menos incomprendido en el Madrid.