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F. C. Barcelona

Y no era el Día de los Inocentes

El delantero uruguayo del FC Barcelona Luis Suárez celebra con sus compañeros su segundo gol larazon

El Barcelona firmó una nueva goleada, esta vez contra el Betis (4-0), para cerrar un 2015 de ensueño en el que ha ganado cinco títulos y que en la presente Liga, a falta de un partido pendiente en el campo del Sporting, se mantiene en el liderato.

Si hubiera sido 28 de diciembre, cualquiera podría pensar que Vicandi Garrido estaba de broma. Una inocentada más. Pero no, era día 30 y chistes, ninguno. El árbitro pitó penalti en una acción en la que el portero del Betis, Adán, despejó de puños y después chocó con Messi por la inercia de la jugada. Incomprensible, no hay por donde cogerlo, pero la decisión del colegiado fue firme. Suele decirse que las desgracias nunca vienen solas. Pues bien, el Betis, que ya había perdido a Bruno por lesión en una acción fortuita con su guardameta, fue acumulando mala suerte. Lanzó la pena máxima Neymar y se resbaló. El balón tocó en el larguero y en la lucha por el rebote entre Rakitic y Westermann, el bético introdujo la pelota en su propia portería. Después, por si fuera poco, el alemán también tuvo que ser sustituido por obligación, aunque esto último ya lo había visto Pepe Mel desde la grada, porque fue expulsado tras el penalti. Pero hay más: Neymar lanza con la derecha y al resbalar, la pelota toca en la punta de la bota izquierda, por lo que el tiro tenía que haber sido anulado. Eso sí, está acción es prácticamente imposible de apreciar.

No se sabe lo que hubiera pasada si no se hubiera señalado la penal máxima, seguramente también hubiera ganado el Barcelona porque es mejor que el Betis, pero lo que sí se sabe es que hasta ese momento, al líder de la Liga la última jornada de 2015 se le estaba encasquillando. Trabajaban bien los andaluces y les costaba a los catalanes hacer daño con la posesión. Tenían la pelota, pero no lograban profundizar salvo cuando Neymar se inventaba un regate. Le costó centrarse al brasileño, más preocupado de su pelea con Molinero que de jugar durante muchos minutos. También se llevó varias patadas el «11» que le hicieron encolerizar.

Con Mathieu por la izquierda perdió sorpresa el Barça y sin Iniesta le faltó velocidad en el desplazamiento del balón. Sergi Roberto sí sorprendía con sus arrancadas y sus cambios de ritmo, pero a Rakitic le costaba aparecer, con Busquets impecable en lo suyo, como casi siempre. El Betis incluso dio un susto gordo con un robo de Ceballos a Alves, que reaccionó perfecto, jugándose el penalti, pero despejó limpiamente. En un suspiro estaba el encuentro hasta la inocentada de Vicandi.

Nada fue lo mismo desde ese momento. El Barcelona empezó a encontrar los espacios que antes no aparecían, y el duelo se convirtió en un nuevo festival. Messi y Neymar se asociaron en un tuya-mía espectacular para marcar el segundo, obra del argentino. Nada más volver del descanso, Busquets, en la presión alta, robó la pelota para cedérsela a Suárez y firmar el récord de goles en año natural. Con el del uruguayo eran 179 dianas en 2015, toda una hazaña para un equipo que ha ganado cinco títulos de seis, la segunda mejor temporada de su historia. El registro quedó en 180 tras el segundo del uruguayo. La cifra no fue más allá por la falta de puntería: Neymar dio al palo, Messi dos veces al larguero, Alves otra, Adán paró mucho...