Eurocopa

Sudáfrica

España, caminante perdido en Suráfrica (1-0)

Nacho Monreal (C) no puede evitar el gol de Bernard Parker
Nacho Monreal (C) no puede evitar el gol de Bernard Parkerlarazon

El 11 de julio de 2010, las calles céntricas de Johannesburgo mezclaban el rojo de España y el naranja de Holanda con la tensión contenida. A la hora de la final, el Soccer City hervía. La Copa del Mundo esperaba un dueño; anoche, el trofeo era un símbolo ornamental con propietario, y el estadio, un recinto que registró algo menos de media entrada; suficiente, quizá, para un partido simbólico que el anfitrión y el visitante adoptaron como un amistoso hasta que el primero apreció las facilidades. Era un homenaje al campeón, como dijo el presidente Jacob Zuma al darle la bienvenida sobre el sagrado césped; pero había que correr para ganarlo, como los anfitriones. Los españoles quisieron vencer sin bajarse del avión y lo pagaron con una derrota –gol de Parker–. La última fue ante Brasil en la Copa Confederaciones.

Afirma un economista surafricano, que apostó por el Mundial de 2010 en su país y que fue protagonista de la magnífica, y costosa, organización del acontecimiento, que el legado no ha sido el previsto. No se han cumplido las expectativas económicas, no se ha producido el retorno imaginado ni el «boom» turístico. Los visitantes no caen del cielo. Ya ni siquiera la selección, campeona de África en el 96, es lo que era. No estará en Brasil; pero sabe plantar cara y si recibe facilidades, se atreve. Tuteó al campeón y ganó.

Diez campeones mundiales alineó Del Bosque, más Monreal. Entre los once iniciales, sólo apareció el brillo incandescente de Iniesta. Faltaba vigor, y velocidad, y ganas, e ideas. Los españoles andaban, caminaban, deambulaban y no arriesgaban al entrar al balón. Sucedió lo previsto: se crecieron los «Bafana-bafana». Dio «La Roja» cuerda al juguete y sucumbió. Cayó hasta en tres ocasiones en fuera de juego –dos Villa y una Pedro–, cuando al principio corrían. Luego vieron cómo la velocidad de los surafricanos en la salida y la presión constante acogotaban al campeón, perdido y desamparado en el estadio que le convirtió en leyenda.

Eran otros tiempos, aquel era otro partido y el empeño, muy diferente, radicalmente distinto. Chutó Manyisa, el balón rebotó en Ramos y Casillas se quedó petrificado al ver que rozaba el larguero. Incluso Parker se animó a disparar, y paró Iker. Cuando el primer tiempo agonizaba, Khumalo cabeceó fuera el último saque de esquina. España jugaba al paso, ni siquiera al trote, y la selección número 89 del mundo superaba a la número uno. Sólo porque corría más. Si la calidad hubiese estado repartida, Del Bosque habría dado cuatro voces en el vestuario. El amistoso necesitaba que «La Roja» renaciera para que el homenaje no terminara en un chasco, justificado con el «jet lag». Hacía falta más, mucho más.

Entraron en el segundo tiempo Cazorla por Llorente –Villa se convirtió en 9 puro– y Valdés por Casillas. Del Bosque ha cumplido con los tres porteros –Reina jugó en Guinea Ecuatorial–, y con los laterales izquierdos, y es en esta demarcación donde, por ejemplo, se añora a Jordi Alba y la sombra de Alberto Moreno se cierne sobre Monreal, quien en el minuto 54 dispuso de la mejor ocasión española y Khune le adivinó el tiro. La respuesta de Suráfrica fue un contragolpe letal, por la banda de Arbeloa y la vaselina final de Parker que Valdés rozó, pero no pudo despejar. Ganaba el mejor.

El estadio FNB, antes Soccer City, más poblado a medida que avanzaba el encuentro, estalló de júbilo; los «Bafana-bafana» ganaban al campeón, un caminante perdido, y del Bosque quemó los últimos cartuchos: Negredo por Villa, Mata por Alonso, Navas por Pedro y Koke por Iniesta.

Jugaba Suráfrica sin complejos y España, sin ideas ni velocidad. Era un equipo jovial e incisivo frente a otro plano y horizontal, y sin suerte. Valdés sufrió un tirón en el 76, justo después de la entrada de Koke, y con los seis cambios hechos, los reglamentarios, Reina entró por Valdés y el entrenador local, Gordon Igesund, montó en cólera. ¿Si se lesionaba el portero contaba como cambio? Él pensó que no y Del Bosque, que sí. Menos mal que salió Reina, que evitó el 2-0. Mas la derrota estaba consumada. Perdió el campeón.

FICHA TÉCNICA.

--RESULTADO: SUDÁFRICA, 1 - ESPAÑA, 0 (0-0, al descanso).

--ALINEACIONES.

SUDÁFRICA: Khune, Ngconga, Khumalo (Xulu, min.46), Nthethe, Matlaba, Furman, Jali (Mokotjo, min.49), Manyisa (Zungu, min.61), Claasen (Tshabalala, min.46), Parker (Patosi, min.90) y Rantie.

ESPAÑA: Casillas (Valdés, min.46, Reina, min.80); Arbeloa, Ramos, Albiol, Monreal; Busquets, Xabi Alonso (Navas, min.62); Iniesta (Koke, min.74), Pedro (Mata, min.62), Villa (Negredo, min.59); y Llorente (Cazorla, min.46).

--GOL.

1-0, minuto 56. Parker.

--ÁRBITRO: Osias W. Koto (LES). Amonestó a Tshabalala (min.86), por Sudáfrica.

--ESTADIO: Soccer City.