Real Madrid
Goles de Turín a Kiev
La tercera Champions seguida está marcada por las chilenas de Ronaldo y Bale. La primera llegó en la ida de cuartos ante la Juve. La segunda, en la final.
La tercera Champions seguida está marcada por las chilenas de Ronaldo y Bale. La primera llegó en la ida de cuartos ante la Juve. La segunda, en la final.
Le llegó el balón desde la derecha y le pilló un poco adelantado. Hizo entonces lo que tantas veces había hecho sin éxito. Encarar el balón y dejar la portería de espaldas, saltar lo máximo posible para tomar altura y golpearlo con la pierna derecha. Cuando lo había intentado otras veces, le pasaba de todo: o no llegaba o se caía o lo paraba el portero o remataba torcido. Obsesivo en sus persecuciones, Ronaldo, que hasta entonces había metido goles de todas las maneras, con todas las partes del cuerpo, frente a todos los rivales y en cualquier tipo de partido, no iba a dejar de intentarlo, pese a que sus odiadores (quizá los que más valor dan a lo que hace) se burlaran. Le daba igual. Lucas Vázquez había rematado, pero Buffon se estiró bien, el balón llegó al borde del área, por el lado derecho, Carvajal lo centró y Ronaldo no dudó. Su gol, ese gol, es el que marca esta Champions, la quinta suya, la cuarta con el Madrid. Y es que esta Champions es la Champions de las chilenas. Bale imitó a su compañero en la final con el segundo tanto del Real en Kiev.
Ronaldo ha marcado 15 tantos en esta competición, a sólo dos del récord que él mismo estableció. Es el máximo goleador histórico de la competición y el principal culpable de que el Madrid persiga con tanto ahínco el triunfo. Si en la Liga el delantero portugués ha sido irregular y le costó bastante despertar, en parte por culpa de la sanción, en la Champions ha sido mucho más constante, marcando desde el principio. Tiene un idilio especial con esta competición, lo que le asocia perfectamente con el Real Madrid, también trenzado de manera íntima con la Copa de Europa.
Ha sido una temporada extraña para el futbolista portugués, que no ha dejado de mandar mensajes al club mediante intermediarios mediáticos para hacerle saber que no estaba contento con su relación contractual y que la quería mejorar. De vez en cuando, además, saltaban noticias acerca de sus problemas con Hacienda en los juzgados. Eso es lo que persigue al jugador y lo que hace que no esté contento con España en general.
En el Madrid saben que el título de la Champios puede ayudar a su permanencia y que, a partir de ahora, una vez terminado con éxito el trabajo en el césped, comienza el turno del trabajo de los despachos: encontrar y fichar jugadores para dar más fuerza al equipo es uno; la permanencia de Cristiano Ronaldo es otro. El jugador habla de cariño, que en idioma futbolístico significa que hay que revisar el dinero que pone que gana en su contrato.
Quiere que sus cinco Balones de Oro y estas tres Champions consecutivas supongan una revalorización y en el club lo van a hacer. El fichaje de Neymar está complicado porque el PSG es un muro y no existe una cláusula de rescisión para encontrar una puerta de salida. La estrella del Madrid es Cristiano Ronaldo y se espera su renovación porque la conquista de la Champions, de la que ha vuelto a terminar como máximo goleador por delante de los tres delanteros del Liverpool, le tiene que convencer de que no hay mejor sitio como el Madrid para ganar títulos colectivos que le permitan pelear por los individuales.
Porque ayer acabó la Champions, la de la chilena de Ronaldo a Buffon y la de Bale al Liverpool. Dos imágenes para otro título. El tercero consecutivo, el decimotercero en la historia para el rey de Europa.
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