Fútbol
Imprescindible Nacho
Ha pasado de ser un recurso a convertirse en el cuarto jugador del Madrid con más minutos en Liga. En verano estuvo muy cerca de irse a la Roma.
Ha pasado de ser un recurso a convertirse en el cuarto jugador del Madrid con más minutos en Liga. En verano estuvo muy cerca de irse a la Roma.
Nacho Fernández juega en el Real Madrid sin tatuajes visibles ni gomina en el pelo. Es un futbolista normal rodeado de estrellas, entre las que cumple como nadie el papel de jugador complementario. O, al menos, así ha sido hasta esta temporada. Educado en Valdebebas, líder de cada uno de los equipos en los que ha jugado en las categorías inferiores, se había convertido en el suplente perfecto. Siempre estaba listo cuando era reclamado por Zidane, hacía su trabajo sin grandes alardes y después volvía otra vez al banquillo a la espera de otra emergencia que atender. Por eso y porque ya tiene 27 años, el verano pasado se pensó muy seriamente aceptar la oferta de la Roma. Estuvo a un paso de irse de su casa de toda la vida para tener minutos y protagonismo, lo único que le había faltado hasta ahora. La operación se iba a cerrar en unos 15 millones de euros y los italianos le garantizaban muchos partidos y una subida de sueldo, pero él estaba feliz en Madrid y tras una conversación con Zidane decidió quedarse.
El francés quería a todos en la plantilla, no le sobraba nadie, como se demuestra ahora que quedan tres choques para el final y alterna distintos equipos en función de los días. Nacho, teóricamente, formaría parte del equipo B, pero las lesiones en la defensa y su buen trabajo han hecho que pase de ser un recurso a un imprescindible por el que el club va a recurrir la quinta amarilla para que pueda estar disponible en Vigo. El canterano es el futbolista blanco que más ha jugado en Liga en las últimas 27 jornadas y el cuarto más utilizado en esta competición, sólo por detrás de Cristiano, Kroos y Sergio Ramos. Nacho es, además, segundo en la clasificación de partidos disputados en laLiga. Ha aparecido en 28, sólo superado por los 32 de Lucas Vázquez e igualado con Marcelo e Isco, todos ellos futbolistas en principio con mucha más importancia dentro de la plantilla, pero es que Nacho, sin hacer ruido, se ha convertido en uno de ellos.
«Puede jugar en todas las posiciones atrás y lo hace bien», recordaba no hace mucho Zizou, dando una clave de los 3.199 minutos que ha disfrutado hasta ahora en todas las competiciones, porque la única en la que no ha aparecido ha sido en la Supercopa de Europa. Las lesiones de Varane, Pepe y Ramos le han obligado a ser la pareja de todos ellos en alguna ocasión, pasando a ser el central fijo. Y lo mismo le ha ocurrido en los laterales. En el derbi madrileño en Liga tuvo que entrar en los últimos minutos para ocupar el puesto de Pepe, que se fracturó varias costillas, mientras que en la ida de las semifinales de la Champions, ante el mismo rival, apareció después del descanso por el desgarro que sufrió Carvajal. Para todo vale Nacho, que para completar su buen año también ha tenido protagonismo en ataque.
Evidentemente, no es Marcelo en el área contraria, pero el último día ante el Sevilla marcó el primer tanto (acumula tres en lo que va de curso) y dio el pase del cuarto a Toni Kroos. No es el más alto ni el más técnico ni el más potente, pero es un siete en casi todo lo que hace, además de tener la extraña virtud de no lesionarse y haber estado disponible para Zidane en todos los compromisos de esta temporada. Acumula completos ocho de los últimos diez partidos del equipo y con tres todavía por delante, incluyendo la final de Cardiff, ya ha duplicado sus registros respecto a su mejor temporada en cuanto a tiempo sobre el césped. La anterior llegó a 1.601 minutos, mejorando los 1.088 de la 2014-15, los 1.440 de la 2013-14 y los 916 de su primera experiencia en el primer equipo.
Quizá con Varane y Ramos bien, no juegue ni en La Rosaleda ni ante la Juventus o puede que las circunstancias le hagan necesario en todo lo que queda.
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