El King Power Stadium se vistió de gala el pasado domingo 18 de mayo para despedir a Jamie Vardy, quien se marcha del Leicester City como agente libre tras finalizar esta temporada. Justo en la victoria por 2-1 ante el Ipswich Town cumplió su partido 500 y abrió el marcador con su tanto 200, vistiendo los colores de los foxes. Una despedida más que significativa para la institución, después de 13 años de haber contado con sus servicios.

Por esta razón, las ovaciones no faltaron. Al minuto 79 llegó uno de los momentos más emotivos cuando Vardy salió de la cancha aplaudido por el público y sus compañeros, quienes le hicieron un pasillo de honor como homenaje por su brillante trayectoria. Además, inmediatamente después del partido, el Leicester también se pronunció, dándole el título del mejor jugador de la historia del club.

El exinternacional inglés de 38 años construyó su trayectoria a la par del equipo. Fue clave en la legendaria hazaña del Leicester cuando se consagró con la Premier League en 2016 y el inolvidable título de la FA Cup en 2021 que le arrebató al Chelsea. Además, ayudó a los foxes a recuperar la categoría cuando descendieron en la temporada 2022/23.

Siempre demostró una lealtad absoluta por el club, sin importar las circunstancias. Durante mucho tiempo rechazó las diferentes ofertas de otros equipos y prefirió seguir inmortalizando su historia, siendo un líder dentro y fuera de la cancha. "Siento que el Leicester es mi lugar. Creo en el club y en el camino que estamos recorriendo", afirmó en diferentes oportunidades.

Sin embargo, ahora se despide de la afición que por decenas de campos le acompañó. Aún así, todavía no considera el retiro: "Nunca dudé de mí mismo. Así soy. El fútbol es un mundo de sorpresas; nunca se sabe qué va a pasar. Seguiré jugando hasta que mis piernas se cansen. Pero, de momento, estoy bien", comentó para Sky Sports hace menos de un mes.

Durante esta temporada, Vardy jugó 35 partidos en la Premier League, marcó 9 goles y puso 4 asistencias. Para su pesar, los esfuerzos no fueron suficientes para ayudar a los foxes a mantenerse en primera división y la siguiente temporada jugarán en la Championship. Pese a eso, su legado en el Leicester City será eterno.