Lisboa
Lo que esconden las bambalinas de una final de «Champions»
Detrás de los focos y del glamur de la Liga de Campeones se esconden muchas agencias o particulares que hacen su auténtico agosto cuando llegan las grandes citas, comprando sus entradas a los abonados de los equipos finalistas y vendiéndolas por más de diez veces su valor.
Además de páginas webs como gtts-exchange.com, ticketbis.com o tengoentradas.com, que ofrecen entradas a precios entre los 825 euros la más barata y los 8.800 euros la más cara, existen supuestas agencias "de eventos"o "de viajes", o simplemente particulares, que reparten su propaganda entre los abonados de los clubes finalistas ofreciéndoles comprar su localidad.
En las largas colas para recoger sus entradas en el Vicente Calderón, entre los folletos que ofertaban viajes a Lisboa en avión, tren o autobús, era habitual la entrega de panfletos que anunciaban la compra de entradas para la gran final.
"Máxima tasación", "discreción absoluta", "muy buena gratificación"o "máxima seguridad para los socios"eran algunos de los lemas recogidos en esas tarjetas, repartidas después de que Real Madrid y Atlético de Madrid amenazaran con sanciones, que podrían conllevar la expulsión del club, a aquellos abonados que revendieran sus localidades.
Al marcar alguno de los teléfonos que aparecen en la decena de tarjetas distintas con las que bombardeaban a los abonados, llegan las primeras preguntas: "¿qué tienes?"y "¿cuánto pides?".
La final cada vez está más cerca, por lo que los "revendedores"comentan al que ofrece una sola entrada que "ya está jodidillo colocarla": prefieren parejas o tríos de entradas.
Pese a ello, todavía se pagan hasta 750 euros por una localidad de segunda categoría -precio original de 280 euros-, aunque algunas ofertas no pasan de los 500 por la proximidad del partido.
A las contraofertas, los revendedores replican: "Agarra a ese amigo y no lo sueltes".
El modo de entrega es dispar: desde los que indican que trabajan en Plaza de Castilla e invitan a pasar por sus oficinas; a los que citan en los propios estadios -Santiago Bernabéu y Vicente Calderón- o un hotel.
Otros incluso acuden a domicilio porque les "pilla de camino"mientras recogen otras entradas.
Ante el temor de algunos socios de que los puedan "pillar", ante las advertencias antes mencionadas de los propios clubes y a sabiendas de que la reventa de entradas es ilegal, los revendedores replican: "Tranquilo, yo no soy poli. Tenías mi teléfono por el folleto ¿no? Pues eso".
Otros dan una serie de argumentos para que se confíe en ellos como el método de venta más seguro.
"Si la vendes en la calle y está la policía, ya estás pillao: el reventa y el socio. Si por ejemplo se la venden a un árabe, que vean evidentemente que no es español y le piden la documentación en la puerta del estadio, pues también. Nosotros las vendemos con paquetes de avión, todo a gente española. Tenemos aviones y autobuses separados, uno del Madrid, otro del Atleti. Aquí no tienes problema", tranquilizan.
Por último, pese a que los folletos únicamente ofrecen la compra de las entradas, lógicamente, estos comerciantes también las venden. es la otra cara de la moneda. El momento en el que se pide precio por ellas, es cuando se puede cuantificar el negocio.
"Estás de suerte, te dejo una de 280 euros a 950. Es un chollazo que me vendió ayer mismo un socio. No quiero abusar, porque a mí los socios me la venden a un precio y yo sólo saco 100 ó 150 euros", asegura.
Mientras, otros ofrecen las localidades más baratas -de 70 euros- por 900, casi trece veces su precio; una de 160 por 1.600, diez veces más; o la "regalan"a 800 euros: "Por menos de 1.200 no la vas a encontrar...".
El sábado a las 20.45 horas el balón de la Champions echará a rodar y Real Madrid y Atlético de Madrid lucharán por levantar la Copa de Europa. Sin embargo, días antes del pitido inicial, son muchos los que ya han ganado este partido.
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