Los atrevidos cambios del Tata

Martino volvió a demostrar ayer que no va a tomar decisiones políticamente correctas. La opción de dejar en el banquillo a Neymar y Messi el día del partido contra el Atlético fue, en general, aplaudida. Más discutibles fueron los cambios que realizó ayer para buscar la victoria ante el Levante. Las lesiones están permitiendo a Martino ahorrarse alguna elección. Cesc ha estado brillando de falso nueve, pero como Messi está recuperado, le ha ocupado el sitio. Ayer faltaba Iniesta y por eso Cesc tenía hueco más atrás y retrasó su posición al centro del campo. Tras una primera parte sin presencia, se le vio mejor en la segunda y entonces Martino decidió sustituirlo para que entrara Sergi Roberto, que está teniendo muchos minutos desde que empezó 2014. Al «4» no le sentó bien la sustitución y pegó un puñetazo al banquillo. Apenas se miró con el entrenador. «Estaba cabreado por el partido, no por el cambio. Fue la frustración de ver que llegábamos y no marcábamos», dijo después Fàbregas, aunque también reconoció que se «estaba encontrando bien». «Es lógico que se enfade, aunque esta semana seguro que lo pondrán mucho. Trataré de ver lo menos posible el enojo», respondió Martino, quitando importancia a la reacción.

Su siguiente decisión fue intentar abrir el campo por la banda con la entrada de Tello, y el elegido para irse fuera fue Pedro, una sustitución que podría entenderse como más o menos lógica, pese a que Alexis no estaba teniendo su día más feliz por el otro lado. Tello rozó el gol e intervino en alguna jugada importante. Pedro había ido de más a menos. Firmó un buen primer tiempo y estuvo más discreto después. Más sorprendente fue que el canterano Dongou tuviera los cinco minutos finales, y que se los quitara a Xavi. Martino optó por buscar balones directamente al área y que el jugador camerunés de 18 años fijara más a la defensa rival. Dongou recibió una falta y combinó bien con Tello en la acción final del encuentro que casi supone el segundo tanto para el Barcelona. Tampoco tenía muchas opciones ofensivas más el Tata, ya que Iniesta y Neymar eran baja por lesión y los otros inquilinos del banquillo eran Adriano, Bartra, Song y Pinto. No encontró soluciones el equipo azulgrana, ni con los veteranos ni con los jóvenes.