Fútbol

De Messi a Joan García y Rashford: el Barça vuelve a estar al límite

Estancado el caso Ter Stegen, a quien Liga y AFE dan la razón, el Barcelona tiene cinco futbolistas sin inscribir a nueve días del comienzo de la Liga. Es el quinto año con problemas en el mercado, desde la marcha de Messi en 2021

FC Barcelona's head coach Hansi Flick reacts during a friendly match between FC Barcelona and FC Seoul at the Seoul World Cup Stadium in Seoul, South Korea, Thursday, July 31, 2025. (AP Photo/Ahn Young-joon)
Flick, en uno de los partidos del Barcelona en AsiaASSOCIATED PRESSAgencia AP

En la lista de jugadores que más veces han vestido la camiseta del Barcelona en la historia, Ter Stegen está el undécimo, con 422. Si se miran los porteros, es segundo, únicamente por detrás de Víctor Valdés (536, octavo en el ranking general). La cifra ahora mismo parece imposible que pueda crecer. La relación entre el guardameta y su club está rota e incluso puede acabar en los juzgados, el destino probable en estos momentos, si ninguno de los dos cede en la «guerra» que tienen por el parte médico del futbolista.

El alemán se negó a que los datos de su operación de espalda fueran reportados a la comisión médica de la Liga para que establezca un plazo de baja. Si este es de cuatro meses, el club podría utilizar parte de la ficha de Ter Stegen para inscribir a Joan García, el portero fichado este verano, que fue una señal de que el germano de 33 años ya era prescindible: Joan llegó al Camp Nou para ser titular. Ter Stegen, viendo el panorama, adelantó en un escrito en redes sociales que la recuperación sería de tres meses de baja, una cifra no al azar y que tensó más la relación con el club.

AFE, con Ter Stegen

El Barcelona busca un resquicio legal para poder enviar el informe, pero laLiga ha asegurado que no lo estudiaría si no llega firmado por el jugador, por tanto el asunto está estancado por esa parte. La AFE, el sindicato de futbolistas, se ha puesto en contacto con Ter Stegen, según adelantó la «Ser», para ayudarlo en lo que necesite y para informarle de que la La Ley de Prevención de Riesgos Laborales está de su parte.

Ter Stegen renovó en 2023, hasta 2028, con cierta «trampa». Se bajó el suelo para dar en el momento más «Fair Play» al club, pero no perdió ese dinero, fue diferido para las últimas temporadas, en las que la entidad azulgrana en teoría estaría más saneada. En ese momento hubo una foto de un abrazo entre el portero y el presidente Laporta que hoy está a años luz de producirse. El Barcelona asegura por un lado que podrá inscribir a futbolistas independientemente de lo que suceda con Ter Stegen, pero ha presionado al portero. El club ha vuelto a jugar con fuego con los refuerzos y tiene apenas nueve días para reaccionar antes de la primera jornada contra el Mallorca (el 16 de agosto).

De Messi a Joan García

La historia se repite, como en años recientes. Todo empezó en 2021, con la marcha de Messi, el mejor futbolista de la historia del Barcelona, entre lágrimas, porque quería quedarse, pero el club no se lo podía permitir. En 2022, Koundé pudo ser inscrito en la jornada 3. En 2023, a Iñigo Martínez se le pudo inscribir por la lesión de Araujo. En 2024 pasó algo parecido con Dani Olmo, que no jugó hasta la jornada 3. Se aprovechó la lesión de Christensen y no terminó ahí porque en enero tanto a Olmo como a Pau Víctor le quitaron la licencia y se resolvió con la intervención del CSD. En estos momentos, el club no tiene inscritos a Joan García, Rashford, Bardghji, Szczesny y Gerard Martín. Ha gastado 25 millones en el portero y lleva ingresados 23 por la marcha de Pau Víctor, Pablo Torre y el canterano Álex Valle.

De intocable a prescindible

Ter Stegen llegó al Camp Nou en 2014, fichado por Zubizarreta, director deportivo en ese momento. Sus once cursos de azulgrana han tenido capítulos de todos los colores. Los dos primeros años estuvo compartiendo la portería con Bravo: el chileno jugaba la Liga y el alemán, Copa y Champions. Un invento de Luis Enrique ante el que se rebeló Ter Stegen la tercera temporada, amenazó con irse y quien se acabó marchando fue Bravo. Era el futuro, el portero ideal para el club. Durante mucho tiempo estaba en la lista de intransferibles y fue una parte fundamental, entre otros títulos, de la última Champions, en 2015, o de la reciente Liga que el Barça conquistó con Xavi en el banquillo. Fue su último gran curso. Ha pasado de ser intocable a prescindible. Flick tendrá que manejar la situación. Para la plantilla tampoco será fácil estos días, en los que tienen que votar a los capitanes.