El lateral ya es uno más en los entrenamientos. No juega desde la final de la Champions, pero se ha esforzado por estar disponible para el seleccionador y ya se encuentra en condiciones de ser titular.

El mundo se vino abajo para Carvajal cuando tuvo que abandonar la final de la Liga de Campeones por lesión. «Otra vez», debió de pensar. Dos años antes ya le había sucedido lo mismo en la final de Milán. Una lesión muscular le impedía completar el partido y lo apartaba de la Eurocopa de Francia. El Mundial de Brasil ya se lo había perdido por decisión de Vicente del Bosque, que prefirió a Juanfran y Azpilicueta para el lateral derecho. Y no estaba dispuesto a quedarse fuera de nuevo.

«A Carvajal tenemos que frenarlo de las ganas que tiene. Quiere dar dos pasos en vez de uno», decía Julen Lopetegui hace unos días cuando le preguntaban por el lateral. El martes pasado, en su último día como seleccionador, empezó a soltarle el freno. Por fin pudo trabajar durante algunos minutos con sus compañeros. Nada serio, el calentamiento y los primeros ejercicios con balón antes de regresar a su labor individualizada de recuperación. Eran los primeros pasos de «Carva» para debutar por fin en la fase final de un gran campeonato. El miércoles, contra Irán, podría esta ya disponible para Hierro. Ya trabaja con sus compañeros como uno más y ese momento sería el final del trabajo de recuperación que comenzó nada más terminar la final de Kiev. Se quedó sin vacaciones para ponerse a trabajar de manera inmediata con los médicos de la Selección en su regreso. Lopetegui prefirió esperar antes de convocar a nadie y Dani ya casi está a punto para Hierro.

La presencia de Vallejo y Rodri en el grupo de jugadores que han viajado a Rusia sonaba extraña. Un defensa, como Carvajal, y un mediocentro, como Busquets, precisamente los dos jugadores que no estuvieron disponibles para el primer amistoso. Pero los dos jugadores invitados ejercieron sólo de eso, de invitados y ya están de vuelta a casa después del debut, cuando ya no se permite hacer cambios en la lista.

«La lesión es pequeñita y vengo a recuperar para intentar estar lo mejor posible», advertía Carvajal cuando se incorporó a la concentración en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Y los pronósticos se están cumpliendo. «Seguro que va a llegar, no sé si al primero o al segundo, pero va a llegar», advertía Lopetegui antes del amistoso ante Túnez. El partido de Portugal estaba demasiado cerca, suponía mucho riesgo para él y el nuevo seleccionador, como hubiera hecho el antiguo, prefirió esperar. Lo peor para Carvajal es que el estreno de España en el Mundial le ha añadido competencia para el puesto. Odriozola era el otro lateral derecho en la lista que heredó, pero el gran partido de Nacho le abre las opciones de continuar en el costado derecho. «Creo que Carvajal evoluciona muy bien, él quería estar cuanto antes y veremos qué decide Fernando», decía Nacho después de jugar contra Portugal.

Para Lopetegui, Odriozola o Nacho eran una solución temporal para el debut. Julen consideraba a Carvajal el dueño del lateral derecho. «Merece la pena esperar», decía después de la primera semana de trabajo en Las Rozas. El madridista era uno de los hombres que acompañaron al seleccionador en su ascenso desde las categorías inferiores, aunque fue Del Bosque el que le hizo debutar con la Selección. Es uno de los siete mundialistas que fueron campeones de Europa sub’21 en Israel. Entonces era el suplente de Montoya, pero su progresión ha sido mejor que la del ahora defensa del Valencia. Nunca logró hacerse un hueco entre los titulares del Barcelona y, aunque Vicente del Bosque lo convocó en una ocasión no llegó a debutar. Carvajal, a pesar de las lesiones que le han impedido acudir a varias convocatorias, ya suma quince partidos como internacional. Aun que Nacho suma más actuaciones que él con la Roja, 18, Lopetegui confiaba en él. Hierro, de momento, no quiere tocar mucho los planes mundialistas de Julen y Carvajal tampoco quiere perderse lo que suceda en Rusia.