Nueve remates, seis goles en contra

Hubo un partido contra el Español en el que Míchel, harto de las broncas que se llevaba, se marchó del campo sin que el juego se hubiera detenido. Pocos futbolistas han sido tan criticados por el Bernabéu como Martín Vázquez. Butragueño no se salvó de la quema y Raúl fue discutido por parte de la grada durante muchos años. Todos son historia del Real Madrid y todos han vivido los silbidos de un estadio que sólo tiene memoria cuando su estrella se retira y vuelve para el partido homenaje. Pero mientras hay cosas en juego, no hay corazón, sólo exigencia.

Iker Casillas ha cumplido 15 años en el primer equipo y casi nunca se había enfrentado a un estadio que le silbó como el sábado. Ha tenido días difíciles y las dos últimas temporadas ha sido discutido por algunos sectores, pero siempre había una parte de la grada que le apoyaba. Contra el Atlético, cuando tocaba el balón en la primera parte, no había aplausos que respondiesen a los silbidos. Con el paso de los minutos, se equilibraron las opiniones y al comenzar la segunda mitad, le aplaudieron cuando cogió un balón aéreo. Pero algo desagradable quedó en el Bernabéu.

Nueve veces han rematado a Iker Casillas en Liga, seis goles en contra suma el Real Madrid. Los mismos que el Elche y el Espanyol, a falta de que se juegue hoy el Éibar-Dépor, los tres equipos más goleados en Primera. Han sido seis tantos en dos encuentros, que el Córdoba no marcó, y puede que en ninguno de ellos el portero y capitán del equipo sea el principal culpable. Ancelotti le quitó cualquier responsabilidad en el de Tiago, pero Casillas, como miembro del equipo, asumió su culpa. Culpable o no, se equivoque o acierte, el guardameta vivió una situación novedosa para él y por primera vez no sabe cómo va a ser su relación con el estadio de su vida a partir de ahora.

Mañana el Real Madrid comienza su defensa de la «Décima» con el Basilea. La temporada pasada, los encuentros de la «Champions» en el Bernabéu fueron agradecidos para Casillas. Casi siempre tuvo una parada importante que levantaba al público y le daba una ovación. Eran también aplausos reivindicativos, porque Casillas estaba inmerso en el debate de su titularidad con Diego López.

Pero contra el Basilea, un rival menor, que no tiene que dar mayor problema al equipo de Ancelotti, se va a juzgar a Casillas sin pensar en quién es su competencia para la portería. Durante todo el verano, el portero estuvo en el centro de los rumores por su posible salida del club. Él no dijo nada, intentó mantenerse al margen de lo que sucedía, mientras los movimientos fueron continuos. Iker se quedó, Diego López se marchó y llegó Keylor Navas. Vecchi y Ancelotti decidieron que se habían acabado las rotaciones y que el español sería titular. Ha disputado todos los encuentros oficiales. Es titular indiscutible. El cariño que el Santiago Bernabéu le tenía ya no lo es.