Balón de Oro
Prohibido rendirse
Para García Remón, que se alternó con Miguel Ángel en la portería, el éxito de Casillas es no haberse abandonado
«No es lo mismo, no es lo mismo», asegura García Remón, histórico portero del Real Madrid. Él tuvo que turnarse con Miguel Ángel muchas temporadas. «Si uno dejaba de jugar era por una lesión, no por otra cosa. Además, Casillas es el portero más significativo de la historia del Madrid». Y el que tiene el récord de imbatibilidad en 682 minutos. Lo superó en el último encuentro de la Copa contra el Espanyol. Iker ha vivido un mes de enero como si fuese el guardameta principal, con partido cada semana. En febrero va a disputar tres: los dos contra el Atlético y el de la Liga de Campeones frente al Schalke. A partir de entonces jugará tanto como el Madrid avance en Europa. Por eso a Casillas le importa más que a nadie el encuentro de hoy. Necesita llegar a la final para seguir sintiéndose importante.
Cansado de que se hable de lo suyo, se está limitando a trabajar, a esperar que llegue su partido e intentar que su portería siga a cero. «Eso es muy importante en esta eliminatoria», aseguró ayer Carlo Ancelotti. También es lo habitual en los últimos partidos de Casillas, que, como sucedió contra Córdoba, del Espanyol, siempre deja una parada con la que el Bernabéu recuerda lo mucho que le quiere. «Cuando pasas de titular a suplente lo más importante es seguir entrenándote, recuperarte y no abandonarte. Eso es lo más complicado», continúa García Remón.
Tanto él como Miguel Ángel recuerdan que tenían que ser precavidos porque una lesión les podía apartar de la titualaridad. Pero a veces el cambio era por otro motivo: «No le considero culpable de los goles encajados. Simplemente hago el cambio porque tenemos dos porteros buenos. García Remón lleva dos años y medio sin jugar y hay que evitar que se estropee su carrera deportiva. Él trabaja bien en los entrenamientos y merece jugar. No es un cambio por un partido. No sé cuántos, pero García Remón se mantendrá como titular», decía en 1977 Miljanic, según recoge la hemeroteca de «El País» .
La competencia entre los dos guardametas obligaba a eso. «Pasaron los años y supimos vivir así. Lo teníamos asumido. Había que pelear, pelear, estar bien y entrenar para cuando te tocase jugar», explica García Remón. «En otras posiciones, se puede cambiar, pero el portero es portero. Tu compañero de equipo es también tu rival, pero sólo deportivo. Con Miguel Ángel siempre me llevé bien». Casillas y Diego López también se respetan, se turnan y saben que ninguno de los dos se va a rendir.
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