¿Quién le quita el balón a Iniesta?

El medio del Barça, con 32 años, es la referencia de la Selección, que se concentró ayer

Mientras Messi jugaba con su hijo y Neymar y Alves bailaban tras ganar la Copa del Rey, Andrés Iniesta caminaba en solitario por el césped del Vicente Calderón. Le interrumpió Luis Suárez en su reflexión. Cojeando, el uruguayo besó la cabeza del centrocampista, rapada y cada vez con menos pelo y más canas, que dicen que son símbolo de sabiduría. El delantero del Barcelona no ha tardado en hacerse un ídolo de Andrés. «Es una delicia», dice de él, además de incluirle entre los mejores del mundo. El capitán del Barça fue el mejor de la final. «Iniesta es Iniesta», decía Mathieu a altas horas de la madrugada. «No tengo palabras para definirlo», añadía el francés.

El centrocampista albaceteño se llevó todos los elogios en una noche en la que su equipo se vio obligado a hacer algo a lo que no está acostumbrado: defender sin balón. Tuvo menos la pelota (48 por ciento de posesión) y dio menos pases que su rival (498, por los 528 del Sevilla), pero ahí estuvo Iniesta para mantener la esencia. Rodeado de un rival o de varios, siempre encontró el «8» la salida para intentar jugar. No había quien le quitara la pelota: ruletas, pases, pausa, cambio de ritmo, engaños... Su cuerpo es pequeño, pero lo utiliza de maravilla: lo coloca delante del balón y ya no hay quien lo vea. «No se puede jugar mejor. Cada vez que tocaba el balón nos mirábamos en el palco», confesó en la «Ser» Pablo Blanco, secretario técnico del Sevilla. Con cada detalle de Iniesta a casi todo el estadio le salía un «ohhh», a la mitad del Barça aposta y a la mitad sevillista casi sin querer. Él es capaz de ser aplaudido por la mayoría, tanto por los que llevan una «estelada» como bufanda como por los que llevan la bandera de España.

Le dieron el premio a mejor jugador, votado por los aficionados. «Una anécdota teniendo en cuenta que seguimos ganando campeonatos», dijo. A sus 32 años sumó su título número 31, el cuarto como primer capitán del equipo, y se convirtió en el segundo futbolista que más partidos ha disputado en la historia con la camiseta del Barcelona, con 593, los mismos que Puyol y sólo por detrás de Xavi (767). Ha vivido una temporada en la que confiesa que ha disfrutado.

Iniesta ha tenido con la Selección varias imágenes como las de la final de Copa. Su foto rodeado de jugadores italianos en la última Eurocopa dio la vuelta al mundo. Precisamente, sumar el tercer título continental consecutivo con España es el próximo objetivo del centrocampista, aunque ahora se tomará una semana de vacaciones. La concentración de la Roja comenzó ayer con la presencia de siete futbolistas de los que acudirán a Francia más el grupo de jugadores que acompañarán al equipo hasta que se vayan incorporando los finalistas de Copas en un primer momento y los de la Champions ya en el mes de junio. Entre los que llegaron ayer había hombres como Silva o Cesc, que deben tomar las riendas al lado de Iniesta. «Si todos estamos bien podemos volver a ganar la Eurocopa. Debemos estar más unidos que nunca», opina Fàbregas. El equipo se entrenará en Las Rozas hasta mañana y el día 26 partirá hacia la localidad austriaca de Schruns para disputar el domingo el primer amistoso ante Bosnia.