¿Quién manda ahora?

l ¿Por qué se va Manuel Llorente?

–Por un cúmulo de circunstancias. Por no entorpecer el proyecto confeccionado por la Generalitat a través de la nueva Fundación Valencia CF nombrada por aquélla y el Ayuntamiento de la capital. Además, porque no ha soportado la presión ejercida por los políticos y no se ha hecho desde las competencias que le otorgaban los Estatutos de la Fundación y paralizar las maniobras de aquéllos.

l ¿Su dimisión es lo mejor para el club?

–No lo creo, ya que su gestión ha sido muy positiva. Ha rebajado la deuda en más de 100 millones de euros, el Valencia ha ganado la Liga, si apartamos al Real Madrid y Barça, y el club se ha mantenido en la Liga de Campeones. Además, esta convulsión compone uno de los peores escenarios para la estabilidad y, lo que es peor, para la marcha del equipo en un momento crucial de la Liga.

l ¿Quién manda ahora en el Valencia?

–La Fundación compuesta por personas designadas por el Gobierno valenciano. Llorente no quiso mantener la mayoría que los Estatutos le otorgaban.

l ¿Servirá para algo el nuevo Consejo de Administración?

–Por ahora y hasta que se convoque Junta General de accionistas, el actual Consejo mantiene sus competencias, aunque notará la provisionalidad y la presión de los dirigentes de la Fundación. El nuevo Consejo tomará posesión finalizada la temporada, ya que la Asamblea no se celebrará hasta 45 días después de ser convocada. La duda es quién planificará la campaña 2013/14.

l ¿Es lógico que el club dependa de la Fundación?

–No, en absoluto. Es el máximo accionista por accidente. Se le dio la teneduría de acciones como vía para venderlas, nunca para quedárselas. Las ha mantenido al no poderlas vender, creándose una complicación financiera y deportiva.

l ¿Cuál es el papel de la Generalitat en la nueva situación del club?

–La que los políticos quieran. Son ellos los que han nombrado a la Fundación y ellos tienen que decidir.

l ¿Por qué manda la Generalitat?

–Por una casualidad que ha derivado en una situación surrealista. En estos momentos no hay razón para que sea así, al haber cambiado radicalmente en unas semanas las circunstancias que le daban derecho a hacerlo al anular la jueza el aval que la Generalitat había dado al crédito de 81 millones concedido a la Fundación para la compra de acciones. Al estar liberada del aval, no tiene derecho alguno sobre la Fundación. A pesar de ello, Llorente le dejó hacer.