Fútbol

Mallorca-Real Madrid: LaLiga de Benzema y Vinicius (0-3)

Los blancos logran una trabajada victoria y dejan al Sevilla a diez puntos. Marcaron, de nuevo, sus dos delanteros. Karim se retiró lesionado

El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema (i) disputa un balón con el delantero del RCD Mallorca Ángel Rodríguez (d) durante el partido de LaLiga Santander
El delantero francés del Real Madrid Karim Benzema (i) disputa un balón con el delantero del RCD Mallorca Ángel Rodríguez (d) durante el partido de LaLiga SantanderCATI CLADERAAgencia EFE

LaLiga del Real Madrid, que ya ve a diez puntos al segundo, es LaLiga de Karim Benzema y Vinicius, una pareja inesperada para ellos, pero también para los rivales, que pese a que saben que son los más peligrosos no han encontrado el antídoto para detenerlos. Ellos fabricaron los dos primeros goles del equipo de Ancelotti en Mallorca, los que dieron una victoria muy trabajada, pero puede que decisiva, frente a un rival que compitió bien y pegó más, con permiso del árbitro. La nueva tendencia es dejar jugar, pero hay faltas graves que pasan como si nada. El absurdo llegó al máximo en una patada a Vini en la primera parte, que puede ser roja para el infractor, Maffeo, pero que termina en saque de banda y amarilla para Vini.

Porque es que el brasileño va a cualquier guerra, con balón o sin balón, le salga bien o no el partido. A él no le preocupa el rival, que le busquen con patadas o con pequeños piques cada vez que le tiran o se va al suelo. Él sigue, dispuesto a jugar en cada partido el partido de su vida. Fue el mejor del Madrid en la primera parte, fue quien abrió el marcador en la segunda parte y fue quien empezó la jugada en la que le hicieron penalti, en el segundo tanto blanco. Entre su insistencia y el magisterio de Benzema, en nada quedó todo el esfuerzo del Mallorca.

Benzema es un jugador iluminado y por eso, cuando después del tercer gol, se tocó la pierna con gestos de dolor, en el Real Madrid todo el mundo se preocupó. El partido del Mallorca era para sacar ventaja, pero el del domingo que viene, contra el Barcelona, es el elegido para dar el manotazo definitivo a LaLiga. Y Ancelotti y los suyos necesitan a Benzema. Dio el pase del primer gol, el pase del penalti y remató de cabeza el tercero. Todo eso después de sus tres goles contra el PSG. Tras marcar el tercero en Mallorca, se tiró al suelo, para poner suspense y una nota agria a una noche feliz.

No fue fácil, porque el Mallorca le planteó un partido tenso y fuerte, quizá porque quería aprovechar el posible cansancio del Real Madrid tras el encuentro contra el PSG. Ancelotti apenas hizo cambios en el once: dejó a Modric en el banquillo y también a Carvajal. Lo del segundo también puede ser porque Lucas Vázquez da, ahora mismo, más sensación de seguridad; y lo del croata fue para darle un respiro y porque, ahora sí, el entrenador italiano se fía de Valverde. Y hace bien porque el uruguayo ha recuperado los pulmones y el buen fútbol. Sus carreras conduciendo el balón dan otra vida al Real Madrid a esta altura de la temporada. Y además, ayuda a presionar arriba. Ancelotti ya no es tan partidario de esperar al rival atrás, ahora mezcla el esperar y el presionar, como si, pasado el maratón de enero, el grupo haya recuperado la fuerza. Fue una presión arriba de Valverde la que abrió el partido en la segunda parte. El robo de balón de uruguayo para el gol de Vinicius lo cambió todo.

El orgullo del Mallorca, que no la patadas, se desinfló. Hizo una buena parte a todo ritmo, con Muriqi en todas partes, peleándolo todo, saltando por todos los balones y dando la noche a Casemiro. Sin Militao, le tocó al brasileño pelear esos balones divididos. Pero es un buen fajador. Quizá el mejor.

Quería el Mallorca un partido intenso, casi a golpes, para ver si el Madrid resistía. Y resistió. Entró al juego, se defendió bien y buscó sobre todo a Vini para hacer daño arriba. El partido se fue ensuciando y durante la primera parte apenas hubo ocasiones y sí mucha fuerza y ritmo.

Fue el Madrid, el que más minutos, kilómetros y tensión lleva, el que salió mejor después. Se encuentra con tanta confianza que tiene fuerzas cuando antes no tenía. El gol de Vini rompió todo. Después él y Benzema construyeron la contra del segundo y por último Marcelo puso un balón decilicioso para que el francés marcase el tercero. ¡Qué pena que para jugar al fútbol haya que correr! En medio, Raíllo, en otra dura patada, dejó k.o a Rodrygo.

Era una baja sensible, porque cada día aporta más, aunque aún le falte peso. Después Benzema puso cara de dolor y con él, pese a la victoria, todos los madridistas.