Restringido

Salvar al soldado Raúl

La Razón
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Volvió el castigado Cholo al banquillo y despejó algunas de las razonables dudas alimentadas por su nuevo Atlético. A ver, este equipo sigue «probeta a probeta», marcando goles como churros que se trabaja en un laboratorio que nadie parece capaz de cerrar, pero esta vez lo hizo ante el Sevilla de Emery, que llegaba en racha. Prueba superada contra el enemigo de lo que Simeone sigue llamando con la boca chica, «de nuestra liga». Vale, sigamos con el «juego cholista», porque la próxima semana toca batalla con otro del segundo escalón, el resucitado y emergente Valencia.

- La máscara del Zorro

Un 4-0 da para desmenuzar detalles. Por ejemplo que el guante de Koke es de seda, y no es asunto baladí, porque es el «Xavi del Atlético»... y de España. Que cuando Koke se junta con Arda, Tiago y Griezmann (cambio invertido, el francés fue suplente y salió en el segundo tiempo), por ahí sí aparecen gotas de fútbol en el a veces tosco Atlético. Que Miranda y Godín forman una pareja de hecho la mar de consolidada, y que Mandzukic pelea y boxea con los centrales, pero tendrá que hacer más cosas que el voluntarioso ejercicio de salir con la máscara del Zorro...

- El penalti del «otro» Raúl

En noche tan redonda, me quedé con ese objetivo ordenado (y cumplido) en el vestuario por el jefe: la orden ha sido la de «salvemos al soldado mexicano», al «madridista» Raúl Jiménez. El chico ha sido pitado días atrás no sólo por aquella declaración blanca, blanquísima, sino porque andaba torpón. El sábado, Jiménez comenzó a ganarse, ahora sí, a la parroquia rojiblanca. Le dio los minutos finales el Cholo, corrió como un poseso y cazó el cuarto aprovechándose también del guante (el de Koke). Incluso quiso tirar el penalti del 3-0, pero ahí el jefe dijo que nones, que lo tirase el «8», el otro Raúl, García. Protección al mexicanito sí, pero con las cosas del vencer no se juega...