Atlético de Madrid

Atlético de Madrid

Sangre, sudor y Costa

El Atlético tiró de oficio, de experiencia y de un gran ejercicio defensivo para doblegar al Arsenal y plantarse en la final de la Liga Europa. Bastó el gol del hispanobrasileño en la fiesta del Wanda

Diego Costa celebra su gol ante el Arsenal. REUTERS/Juan Medina
Diego Costa celebra su gol ante el Arsenal. REUTERS/Juan Medinalarazon

El Atlético tiró de oficio, de experiencia y de un gran ejercicio defensivo para doblegar al Arsenal y plantarse en la final de la Liga Europa. Bastó el gol del hispanobrasileño en la fiesta del Wanda.

La orquesta funcionó, hubo baile y un gol de Diego Costa para que el Atlético de Madrid consiga su tercera final de la Liga Europa. Para que Simeone alcance su octava final desde que llegó para sacar al equipo de las catacumbas y para que los aficionados rojiblancos olvidasen, de una vez, su eliminación de la Champions.

Así se resume la fiesta del Metropolitano. Una fiesta bañada en sangre (Griezmann sufrió una pequeña brecha), sudor, porque el Atlético peleó hasta el final e hizo un ejercicio brutal de defensa, y Diego Costa. El hispanobrasileño marcó el gol cuando el primer tiempo se iba por la gatera del poco fútbol desplegado por los rojiblancos, más pendientes de no encajar que de poner en apuros al dubitativo Ospina. La primera media hora estuvo el equipo más cerca de Oblak, al que inquietaron poco, pero demostró sus cualidades en un par de acciones frente al meta colombiano.

Cuando el Atlético dio un paso adelante, presionó arriba y Özil y Ramsey no pudieron manejar al Arsenal llegaron las ocasiones. Koke y Griezmann rondaron el gol. Lo que había hecho antes el equipo inglés a través de Lacazette, al que engulleron entre Godín y Giménez. Tuvo más la pelota el equipo de Wenger, pero hubo parsimonia en la transición, no encontró los centros de Bellerín y Monreal y fue víctima de su incapacidad y de la buena disposición táctica del Atlético en su campo.

Otro cantar era cuando tenía que atacar. Los esfuerzos de Vitolo, Griezmann y Diego Costa no eran compensados por los pases de Koke –al que la derecha se le atraganta–, Gabi y Saúl. En los balones largos faltaba precisión, pero ése es un mal endémico del Atlético en el presente curso. Sin embargo, de un balón hacia atrás a Oblak nació el gol. El zapatazo del meta llegó a Thomas que se la adelantó a Griezmann para que éste metiera un balón al espacio. Allí Diego Costa desnudó a Bellerín y batió a Ospina. La sangre y el sudor encontraban la recompensa ante un impasible Wenger mientras Simeone casi rompía los cristales del palco.

Oportuno gol por el minuto, por lo que suponía y porque servía para encarar el segundo acto con el convencimiento de que media final estaba conseguida. Se esperaba a un Arsenal bravo, espoleado, pero no tiene esa caractarística el equipo inglés. El buen trato del balón, el qurerer ser académico no sirve cuando enfrente hay un equipo león, incoformista, que pelea cada metro y que es solidario. Tanto que entre Godín y Thomas evitaron un remate de Ramsey a dos palmos de Oblak.

Dos recortes de Diego Costa, que siempre caminará solo, al revés que el Liverpool, no tuvieron premio. Tampoco un disparo de Xhaka que atrapó Oblak cuando el Arsenal buscaba el empate. Costa, de nuevo, era el que avisaba que el Atlético no renunciaba al segundo, a cerrar el partido. Wenger lo intentó con Mkhitaryan. Ofensiva final, pero muy limitado este Arsenal que necesita un cambio radical. El ejercicio defensivo de los de Simeone –algún día habrá que ponerlo en las escuelas de entrenadores– impedía cualquier llegada clara de los «gunners», pese a la torpeza del agotado Thomas al sacar el balón. Allí estaba Godín, más mariscal que nunca, para echarle una mano y la bronca. La solidaridad por encima de todo. Ayudas, coberturas y basculaciones para que el rival nunca vea hueco y cuando lo vea allí aparece Oblak.

Con el Arsenal volcado, con Correa y Torres en el campo, pudo el Atlético hacer el segundo en un par de contras, pero sin sufrimiento no hay alegría en el Metropolitano –donde casi nadie marca un gol– y el partido llegó a su colofón con el gol de Diego Costa. Un gol que vale una final, que refrenda que el Atlético es muy competitivo, aunque su juego tenga sombras muchas veces. Pero así es el monstruo, con sus virtudes y sus defectos, que ha creado Simeone.

Ficha técnica:

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Thomas (Savic m. 92), Giménez, Godín, Lucas; Saúl, Gabi, Koke, Vitolo (Correa m. 74); Griezmann y Diego Costa (Fernando Torres m. 83).

0 - Arsenal: Ospina; Bellerín, Mustafi, Koscielny (Chambers m. 11), Monreal; Xhaka, Ramsey, Wilshere (Mkhitaryan m. 69); Özil, Welbeck y Lacazette.

Gol: 1-0: m.48+: Diego Costa bate a Ospina dentro del área, tras un pase de Griezmann.

Árbitro: Gialucca Rocchi (Italia). Enseñó cartulina amarilla a Wilshere (m.42), Monreal (m. 59), Mustafi (m.78), Saúl (m.70) y Costa (m.78).

Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Liga Europa disputado en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid ante 64.196 espectadores. Asistieron al partido, entre otros, desde el palco de autoridades, Alfonso Dastis, ministro de Asuntos Exteriores; Rafael Catalá, de Justicia; Juan Ignacio Zoilo, de Interior; José Ramón Lete, presidente del Consejo Superior de Deportes; David Aganzo, presidente de la AFE; Julen Lopetegui, seleccionador español de fútbol, y Rafael Nadal.