Griezmann, compás de espera hasta el 1 de julio

El Barcelona cambia de táctica, respeta al Atlético y asegura que hasta que no acabe la temporada no hablará de posibles fichajes

Griezmann se incorporó ayer la concentración de la selección francesa sin hacer público dónde jugará la próxima temporada. El Atlético ha movido todos los hilos, todos sus recursos y todos sus medios de persuasión para convencerle de que debe continuar siendo rojiblanco. En el Barcelona han cambiado de táctica. De radiar su fichaje, con declaraciones de Guillermo Amor, Luis Suárez y Bartomeu, se ha pasado, con buen criterio, al silencio. El presidente azulgrana fue claro en sus declaraciones. «Griezmann tiene contrato y en el Barça hay respeto máximo al Atlético de Madrid. Estamos trabajando en la próxima temporada, pero cada año intentamos mejorar al equipo. En julio ya hablaremos. El Barça no habla de jugadores y no lo hace nunca por respeto a los jugadores», explicó en una entrevista en «El matí de Catalunya Ràdio».

Bartomeu dejó claro que, en estos momentos, no podía «decir nada», pero sí dejó la puerta abierta a hacerlo a partir de julio. «Tenemos mucho respeto por otros clubes y por jugadores que trabajan en otros clubes. A partir de julio empezaremos a hablar de gente que llega y que marcha. Son jugadores de otros equipos y no puedo decir nada», reiteró cuando se le inquirió por el fichaje de Griezmann.

Compás de espera, pues, hasta el mes de julio. El día 1 la cláusula de rescisión del jugador rojiblanco pasa de 200 a 100 millones y la intención del Barcelona es pagarla si Griezmann mantiene la palabra dada hace unos meses y no cambia de opinión tras el ofrecimiento del Atlético. Miguel Ángel Gil, Simeone y Andrea Berta, director deportivo, le «convencieron» para que se quedara. Se habla de un contrato superior a los veinte millones hasta 2022 y se le mantendrían, según fuentes rojiblancas, los 100 millones de la cláusula. Le han prometido grandes refuerzos para que el Atlético sea más competitivo, con él como estandarte y actor principal.

La decisión está en el tejado del jugador, que si no hay un pacto previo entre el Atlético y el Barcelona (podría ser un traspaso por 120 millones, pensando que la Real se llevará siempre el 20 por ciento), jugará el Mundial sin decidir su futuro. Cosa que él no quería. Quería tener la mente despejada para centrarse solamente en la selección francesa. Por ahora hay que esperar, pero en el mundo del fútbol los acontecimientos se precipitan en unas horas y, además, en el Atlético, que se está moviendo para incorporar futbolistas –Rodrigo, Di María, Rodri, etc.– desearían tener la plantilla cerrada antes de la vuelta al trabajo prevista para el 7 de julio.