
Atletismo
Javier Cienfuegos. El lanzador que empezó con una red y un balón medicinal
El de Montijo llega a la final de Doha con la tercera mejor marca, en el mejor momento de su carrera y con el sueño de la medalla mundialista.
![[Doha (Qatar), 01/10/2019.- Javier Cienfuegos of Spain competes in the men's Hammer Throw]](https://fotografias.larazon.es/clipping/cmsimages01/2019/10/24/8F14D25C-B070-4B4A-8630-6D2E1EB4B0F1/98.jpg?crop=2000,1125,x0,y66&width=1900&height=1069&optimize=low&format=webply)
Montijo es una ciudad de la provincia extremeña de Badajoz. En ella viven 15613 habitantes más Antonio Fuentes, el pacense que se empeñó en llevar a un lanzador de martillo a lo más alto.
Con Javier Cienfuegos,recordman español de lanzamiento de martillo y único de esta disciplina en meterse en una final mundialista, Fuentes está logrando su sueño, pero el camino ha sido largo y tortuoso.
Con el éxito de su pupilo se ha hecho famosa su historia. La de un padre que quería que su hija fuera atleta y como no corría la hizo lanzadora. La de un hombre que se compró libros que no entendía, que usaba cintas de VHS para aprender la técnica y construyó un círculo con cemento, protecciones con madera y un martillo con un balón medicinal, una red de pescar y el asa de un cubo.
A él se acercó un joven Cienfuegos cansado de ser portero. Él quería ser lanzador de peso, como Manolo Martínez, pero Fuentes le dijo que martillo, y Javier aceptó.
Montijo se le quedó pequeño a los casi dos metros (1,93) y 130 kilos de Cienfuegos. Se fue a Madrid, donde la Blume le otorgó los conceptos necesarios para triunfar. Después de un estratosférico récord mundial junior la trayectoria del extremeño se estancó. Cansado y bloqueado decidió regresar a casa.
La pareja Fuentes-Cienfuegos se volvía a unir en 2013, pero tras los malos resultados de Rio, Javier se acordó de la persona que le hizo dedicarse a lanzar, Manolo Martínez.
Carlos Burón, en su día entrenador del leonés fue la solución. El martillo más a la derecha y un movimiento de cadera nuevo fueron suficiente para rozar los 80 mentros (79,28) y pulverizar de nuevo el récord de España.
Hoy, aquel niño que quería lanzar peso es diputado por el Partido Popular, padre y el tercer mejor lanzador del año. Esta noche intentará ser también medallista mundial.
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