La Liga
Joao Félix ante el Betis, un "menino" la mar de fino
La inspiración de Joao Félix encarrila una cómoda victoria del Barcelona contra los verdiblancos. Pellegrini, que llegó con muchas bajas, empequeñeció aún más a su equipo con una alineación rara
Por fin una noche redonda de fútbol. Aunque el balance contable del Barcelona en este arranque liguero era bueno, el equipo de Xavi no había mostrado hasta esta quinta jornada galones de campeón. Lo hizo con una goleada sobre el Betis, un rival disminuido por las lesiones y al que su entrenador empequeñeció un poco más con una alineación rara, de ésas que suenan más a desafío a la directiva que a plan para intentar ganar. Estos pulsitos casi nunca terminan bien.
Se disputaba uno de esos partidos modernos, vale decir un puntito aburridos. Toqueteaban los locales sin profundidad y esperaban agazapados los visitantes, esperando el error que les permitiera dar un susto. Cometieron dos seguidos Koundé y Balde, un mal control del francés y un despeje pifiado del lateral zurdo que ni Luiz Henrique ni Ayoze aprovecharon por angular demasiado su tiro el primero y por no cruzarlo lo suficiente el segundo. A pesar de estas dos ocasiones, era un Betis demasiado contemplativo el que había plantado Pellegrini en Montjuïc y lo pagó con dos goles.
En su presentación en Barcelona, Joao Félix encandiló a la concurrencia. Abrió el marcador con una jugada 100% mercado estival, ya que robó su tocayo Cancelo en la presión, detectó Oriol Romeu el desmarque del «menino» y marcó éste en tres toques: intento de remate que obstaculizó Bellerín, puntita sutil para burlar a Rui Silva en su salida y remate sin apenas ángulo, un tacazo de billar que entró tras recorrer toda la raya. Mucha clase.
Sin que los béticos pudieran recuperarse del mazazo, Lewandowski dobló la ventaja azulgrana al recoger un pase que la estadística anotará como asistencia a Christensen pero que mejoró Joao Félix con un amago que paralizó a los centrales verdiblancos. El remate del polaco, contra la base del palo, fue un prodigio de eficacia. Para terminar de abrochar un primer tiempo perfecto, debería haber marcado el tercero el portugués, que lo tuvo en una contra, aunque también salvó Ter Stegen a los suyos al detener un remate a bocajarro de Willian José.
Dos béticos debutaron al regreso del camerino. El ex barcelonista Abde, tras su intercambio de recados con Xavi, suplió a un poco afortunado Luiz Henrique y Fran Vieites, el portero del filial, entró por el lesionado Rui Silva. El guardameta gallego no guardará buen recuerdo de sus primeros minutos en Primera: al cuarto de hora, colocó mal una barrera y permitió que Ferrán la superase por fuera con una rosca extraordinaria. El del tercer gol fue el último balón que tocó el valenciano, sustituido durante la celebración por Raphinha... que mandó a la red la primera pelota que tocó. El brasileño lanzó un misil tierra-tierra desde la corona del área que terminó de aplastar al Betis.
El otro Joao, Cancelo, coronó su notable partido con el tanto que completaba la manita. Sacó el Barcelona el balón por la izquierda para generarle espacio por la derecha, en un movimiento colectivo de alta escuela, y se encontró el lateral luso mano a mano ante Miranda, al que sentó con un recorte seco. Su tiro, centrado pero con bote conejero, pasó sobre el brazo del pobre Vieites que, decididamente, pasó una noche desagradable. Todo lo contrario que este reencontrado Barcelona que ya gusta, además de ganar.
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