MotoGP

Desastre de Jorge Martín, que se cae y da vida a Pecco Bagnaia

Vuelco en el Mundial de MotoGP con la caída de Martín en Indonesia cuando iba primero y con mucha ventaja. El fallo lo aprovecha Pecco para ganar y volver a ser líder

El momento de la caída de Jorge Martín en Indonesia
El momento de la caída de Jorge Martín en IndonesiaMotoGP

Del día soñado al desastre en unas pocas horas. Ese es el viaje que ha hecho Jorge Martín en Indonesia. Desde el cielo que tocó el sábado en la Sprint, con la victoria y el primer liderato de su vida en MotoGP, al error imperdonable de la carrera larga en Mandalika, donde se fue al suelo cuando iba primero y con muchísima ventaja sobre el resto. Fue en la vuelta 13, casi al paso por la mitad de la prueba, un momento que no se le va a olvidar al madrileño y que puede ser uno de esos instantes que cambian un Mundial. Un giro de guion habitual en MotoGP, porque los dioses del motociclismo son despiadados y cuando alguien los desafía les mandan maldiciones de este tipo.

Seguramente no había que apretar tanto, pero Jorge se sentía invencible y los dioses le sacaron del Olimpo inmediatamente. En la curva 11 los neumáticos le fallaron y se deslizó hacia la grava, volviendo a la casilla de salida, porque después de culminar una remontada brutal y ponerse por delante en la clasificación, ahora tiene que empezar de nuevo. Iba machacando el cronómetro vuelta a vuelta, con ese estilo insaciable que le caracteriza y que no tiene dudas de que es el mejor camino hacia el éxito. No entiende de guardar fuerzas porque le sobran y prefiere devorar que masticar poco a poco. Ya tenía más de un segundo y medio de ventaja sobre Viñales, pero seguía marcando vueltas superápidas sin descanso. Podía haber reducido un poco el ritmo, un pequeño suspiro para poder respirar, y si Viñales y Bagnaia se acercaban podía volver a acelerar. Pero no lo vio así y cuando menos lo esperaba el invencible pasó a vencido. Se quedó en el muro de esa curva once, apoyado y mirando al infinito dentro del casco mientras Fonsi Nieto, el director deportivo del Pramac Ducati gritaba con rabia en el box.

¿Si hubiera bajado un poco el ritmo no se habría ido al suelo? Él no está convencido de eso. «Estaba bastante concentrado lo tenía clarísimo desde la salida. Estaba haciendo un ritmo muy bueno y me encontraba cómodo así, porque es el que he marcado todo el fin de semana. He aumentado a casi tres segundos la distancia, he cometido un fallo en la (curva) diez, he pisado seguramente un poco la zona sucia y en la once ni me ha avisado. Estaba muy recto y la caída estaba asegurada», explicaba el madrileño en Dazn. «Me quedo con la velocidad, soy el más rápido sin duda y espero poder demostrarlo en las próximas carreras», avisaba, convencido de dar guerra en las cinco citas que quedan.

Era un regalo demasiado goloso para Pecco, que no encontraba el camino y había perdido el mando y en un instante lo recuperó todo: las esperanzas, el liderato y el primer lugar del podio, donde no había estado en los últimos cinco domingos.

El italiano se quitó de encima a Viñales con mucha facilidad, aunque en la última vuelta pareció que la lucha entre Maverick y Quartararo, segundo y tercero al final, podía quitarle la victoria. Y no, ganó Pecco y sacó toda la rabia acumulada de las semanas anteriores, cuando veía que la rebelión de Martín se lo iba a llevar por delante.

Ahora manda el italiano otra vez con 18 puntos de ventaja y la sensación de que Jorge es humano y puede fallar. Salía en el puesto 13 de la parrilla, no había superado ni la Q1 y en el Sprint no fue capaz de hacer ni un adelantamiento. Estaba nublado para él y en la carrera larga se hizo la luz: remontada desde muy atrás y victoria de esas que pueden ser claves para renovar su título de MotoGP. Sé muy bien que Jorge es muy rápido, pero nos merecíamos esta victoria. La necesitábamos para reivindicarnos después de la caída en Barcelona. No ha sido un periodo fácil. A veces la gente habla demasiado. Es mejor dejar que las cosas pasen y hablar después», lanzaba Pecco, que ha renacido gracias al regalo de Martín.