Ahora sí que ha comenzado la batalla definitiva por el Mundial de MotoGP y la cosa arranca muy caliente. El jueves, sin actividad en pista, fue para la cortesía en la sala de prensa y en tratar de quitarse la presión y mandarla al otro lado del ring. Pero este viernes ya se han puesto en marcha los motores y Jorge Martín ha aprovechado para poner nervioso a Bagnaia. De momento, el primera asalto ha sido para el madrileño, que se metió con facilidad en la Q2 del sábado y de paso quiso recordar a Pecco que está detrás y que le va apretar hasta que todo termine el domingo por la tarde.

Bagnaia tiene 21 puntos de ventaja, pero otra vez sufrió el viernes, o al menos, mantuvo su costumbre de ir de menos a más en el fin de semana, trabajando de cara a las carreras más que para hacer un tiempo para entrar entre los doce mejores.

Una táctica que ya le ha complicado el sábado, porque va a tener que pasar por la Q1 para intentar ganarse uno de los primeros lugares de la parrilla en las dos carreras. No le salía el tiempo a Pecco y los minutos pasaban justo cuando la cosa se ha calentado del todo en Cheste. Martín, con el tiempo ya hecho, se ha colocado a la rueda de su enemigo, al que ha acompañado hasta el baño, literalmente. Se ha puesto detrás y no se ha separado ni cuando el de Ducati oficial se ha ido por la escapatoria en una de las curvas. Bagnaia estaba incómodo y decidió irse a boxes, pero allí estaba también Martín, que se quedó encima de su moto para volver a salir en cuanto lo hiciese el otro candidato al título.

Y esto ha provocado un momento de alta tensión con Davide Tardozzi, el director del equipo Ducati, que primero ha hecho gestos a Martín para que saliera y después se puso delante cuando el madrileño arrancaba en busca de la rueda de Pecco. La táctica dio resultado, porque Bagnaia se puso nervioso y hacía gestos tocando la parte trasera de su moto indicando a Martín que lo siguiera, que le daba igual. Pero tan igual no le dio, porque no ha conseguido hacer el tiempo