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La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en imágenes

El silencio de las gradas vacías jugó una mala pasada, ya que dejaba oír las enérgicas protestas de los manifestantes que se congregaron en los alrededores del Estadio Olímpico de Tokio

Pita Taufatofua, de Tonga
Pita Taufatofua, de TongaDavid J. PhillipAgencia AP

Los Juegos de Tokio levantaron hoy el telón con una ceremonia que mezcló tradición y tecnología en un estadio a puerta cerrada y rodeado de manifestantes y curiosos, a la altura de una cita olímpica que promete ser la más extraña hasta la fecha.

Un año y cuatro meses después del aplazamiento de Tokio 2020, que transcurrieron con un constante runrún sobre su cancelación debido a la pandemia y con incontables traspiés de la organización, la ceremonia inaugural dio por fin inicio oficial al evento deportivo, con un espectáculo que se prolongó durante casi 4 horas.

El silencio de las gradas vacías jugó una mala pasada, ya que dejaba oír las enérgicas protestas de los manifestantes que se congregaron en los alrededores del Estadio Olímpico de Tokio y que culminaron las concentraciones, minoritarias pero persistentes, que se suceden desde hace semanas en contra de los Juegos.

TRADICIÓN, TECNOLOGÍA Y CULTURA POP

El espectáculo inaugural arrancó con un homenaje a la soledad y al aislamiento causados por la pandemia, con actores haciendo ejercicio sobre máquinas separadas a una enorme distancia entre sí sobre el terreno de Juego del estadio.

Le siguieron diferentes exhibiciones de las artes escénicas tradicionales y contemporáneas japonesas, con guiños a diversas épocas y regiones del país, y con un reparto compuesto por un amplio elenco de celebridades niponas.

También hubo homenajes para los Juegos de Tokio de 1964, como unos gigantescos anillos de madera hechos con árboles nacidos de semillas que plantaron atletas participantes en la anterior cita olímpica tokiota, y a los frecuentes desastres naturales que ha afrontado el país.

Durante el desfile de los atletas sonaron las bandas sonoras de populares videojuegos nipones como “Victory Fanfare” o el tema principal de la franquicia Final Fantasy, Sonic The Hedheog, NieR o Pro Evolution Soccer, mientras que en el tramo final hubo una actuación de kabuki a ritmo de jazz contemporáneo.

En uno de los puntos álgidos de la ceremonia, cerca de 2.000 drones dibujaron sobre el cielo del estadio olímpico una gigantesca esfera en azul índigo para representar el emblema de los Juegos, que se transformó luego en un globo terráqueo mientras sonaba una versión de “Imagine” interpretada por músicos de los cinco continentes, entre ellos el gaditano Alejandro Sanz.