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La Selección, esa máquina de hacer dinero

Antes de ganar la Euro'2008, buscaba rivales;ahora, los elige y cobra 3 millones por amistoso

La Selección, durante el entrenamiento de ayer en Doha
La Selección, durante el entrenamiento de ayer en Dohalarazon

Dijo Miguel Sebastián que si España ganaba el Mundial de Suráfrica el PIB (Producto Interior Bruto) subiría un 0,7%. Se dijo que el Ibex 35 se dispararía, como el consumo. Un estudio advertía de esas reacciones en la economía de los países campeones desde 1970.

Dijo Miguel Sebastián que si España ganaba el Mundial de Suráfrica el PIB (Producto Interior Bruto) subiría un 0,7%. Se dijo que el Ibex 35 se dispararía, como el consumo. Un estudio advertía de esas reacciones en la economía de los países campeones desde 1970. Se dijo... En 2010 los «brotes verdes» estaban más secos que la mojama y de lo que sí quedó constancia fue de la inyección de ánimo que el país recibió de «La Roja». Había algo que celebrar, por lo que brindar, otra vez. Todo empezó en la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008, continuó en Johannesburgo y cerró el círculo cuatro años después en Kiev, donde España obtuvo lo nunca visto, la triple corona, Eurocopa-Mundial-Eurocopa. La Selección tiene la culpa.

Antes de que España deslumbrara al mundo entero el 29 de junio de 2008 con el último concierto en Viena, a la Federación le costaba encontrar rivales con los que medirse para preparar las diferentes competiciones. Quién sabe, hasta puede que pagara. A partir del 1-0 en la final contra Alemania, gol de Torres, todo cambió y el teléfono de la Federación ya no dejó de sonar.

Como antes requerían a Brasil, Francia, Argentina o Italia, ahora era España el centro de atención. «La Roja», como bautizó el seleccionador Luis Aragonés al equipo, no sólo ganó la Eurocopa, también dejó impronta de un fútbol exquisito para paladares exigentes, interpretado por una generación de jugadores única y de largo recorrido. La Eurocopa austrosuiza fue el comienzo de un sueño que no anuncia el final.

En 2005, transmitir por televisión un partido de España costaba 2,4 millones; en 2010, antes del Mundial, 3,75. Por el Mundial pagó 38 millones Tele 5 a Sogecable para emitir siete partidos en abierto. Ahora, sin embargo, el televisivo es el único capítulo en el que la Selección no tiene la incidencia que en otros espacios. En diciembre terminó el contrato de TVE, que por 43 millones emitía 10 partidos anuales del equipo nacional. La voz de alarma sonó cuando no hubo operador que emitiera el último amistoso de España en Bielorrusia. Unos meses después, Mediaset ha firmado por la mitad, unos 20 millones, un contrato de contenido similar.

Pero ése no es un problema de la Selección, oro rojo. La Federación Española de Fútbol, que en los dos últimos años ha renunciado en beneficio del resto de federaciones a la subvención del Consejo Superior de Deportes, sabe cómo explotar la mina, porque «La Roja» es una máquina de hacer dinero.

Quince patrocinadores se encargan de mantener la tesorería funcionando a un ritmo trepidante, pues se calculan por este concepto unos ingresos anuales que rondan los 40 millones de euros, que podrían experimentar un aumento del 35% en 2014. Y los patrocinadores se muestran satisfechos de la inversión porque la rentabilidad está garantizada y el retorno, consolidado. La RFEF ha pasado de la ardua tarea de encontrar rivales a seleccionarlos. De 2008 a 2010, un amistoso con España costaba un millón de euros. Obtenido el título mundial por la campeona de Europa, el caché se duplicó. Entre el gol de Iniesta el 11 de julio de 2010 y la final de la Eurocopa de 2012, dos millones por partido, incluso 2,5 en Estados Unidos y Venezuela. A partir del 4-0 a Italia en Kiev, goles de Silva, Alba, Torres y Mata, el 1 de julio de 2012, la factura de 2008 se ha triplicado. Puerto Rico, Panamá y Qatar, último anfitrión para recibir también hoy a Uruguay, campeón de América, han tenido que pagar 3 millones de euros por ver a España.

A los ingresos de los patrocinadores, hay que sumar en este cuatrienio los 25 millones por el Mundial y los 46 (23+23) por las dos Eurocopas. Son 71 millones a los que habría que restar 26 correspondientes a las primas de los campeones. Negocio redondo.