92 días después volvió a ganar el Málaga un partido de fútbol en el que fue mejor que el Villarreal, que fue muy inferior a una colista que no se rinde.

Tuvo que ser el domingo de Resurrección, casi finalizada la Semana Santa, cuando el Málaga concluyó un período de pasión que ya casi duraba cuatro meses. Sin nervios, conscientes de que el futuro está escrito -el descenso a la Liga 123- Jose González obtuvo su primera victoria como técnico local y por fin pudo dar una alegría a sus fieles seguidores y a la vez sufridores. Los jugadores malaguistas por fin pudieron disfrutar de una alegría tras una campaña aciaga hasta la fecha. Además, el triunfo tuvo su lado emotivo porque cuando Chory Castro marcó el gol, de penalti, todos fueron corriendo al banquillo para abrazar al médico, Juan Carlos Pérez Frías, hermano del fallecido Nacho esta misma semana y por quienes se llevó a cabo un emotivo y sentido minuto de silencio.

Así, entre sensaciones diversas, el Málaga saltó al césped con las ideas muy claras. Más entonado y metido que el Villarreal, el conjunto local comenzó a ofrecer buenas llegadas por ambas bandas, aunque ni Rolan ni En-Nesyri consiguieron resolver. Después de varias llegadas y diversas intervenciones de Asenjo, uno de los mejores del cuadro castellonense, Rolan se inventó una jugada espectacular que terminó con el delantero por los suelos tras la salida del meta visitante, que le arrolló. El claro penalti lo ejecutó con fuerza, por el medio, Chory Castro. En esta ocasión, al contrario que en Bilbao -donde En-Nesyri se saltó el guión- los galones tuvieron efecto y lanzó el encargado de hacerlo. El gol reforzó al Málaga, que hasta el descanso consiguió empequeñecer a un Villarreal totalmente perdido y confuso que nunca se acercó por las inmediaciones de Roberto. Con buenas perspectivas el Málaga se fue al descanso en ventaja.

La segunda mitad, como se esperaba, fue distinta. Calleja arengó a sus jugadores y éstos se hicieron con el control del juego, aunque volvieron a evidenciar síntomas de escasa profundidad. Para estar en juego los puestos europeos la imagen del submarino fue bastante deficiente toda la tarde. Los cambios en el cuadro amarillo apenas surtieron efecto la tarde en que volvieron a La Rosaleda Castillejo y el denostado Pablo Fornals, quienes pasaron desapercibidos como el resto de compañeros.

Con el paso del tiempo la presión del Villarreal se hizo mayor, aún sin crear peligro verdadero. Pero el Málaga ya ha padecido situaciones similares a lo largo de todo el año y al final ha terminado perdiendo los puntos. En esta ocasión, aunque tuvo alguna ocasión de emplear la ventaja en diversos contragolpes, la defensa estuvo férrea y apenas sufrió. El Villarreal estuvo ausente casi toda la tarde.

La primera victoria del año llegó el uno de abril, en la cuenta atrás de la temporada. Aún hay esperanzas de lograr la hombrada, pero ahora lo mejor será que los seguidores disfruten de esta victoria sin pensar en hazañas casi imposibles. Todavía queda mucho camino por recorrer. Para el Villarreal la derrota es un paso atrás. Y su pésimo juego un aviso. Este equipo compite con los grandes y se hunde con los de abajo. Las cosas del fútbol.

1 - Málaga: Roberto; Rosales, Luis Hernández, Ignasi Miquel, Torres; Chory Castro (Lestienne, min. 75), Iturra, Lacen (Adrián, min. 79), Success (Bueno, min. 66); Rolan y En-Nesyri.

0 - Villarreal: Asenjo; Mario, Álvaro, Bonera, J. Costa; Soriano, Rodrigo, Fornals, Samu Castillejo (Raba, min. 61); Sansone (Roberto Martínez, min. 72) y Bacca (Enes Ünal, min. 53).

Gol: 1-0, min. 37: Chory Castro, de penalti.

Árbitro: Álvarez Izquierdo, C. Catalán. Mostró tarjetas amarillas a Lacen y Torres del Málaga y a Jaume Costa, Asenjo y Soriano del Villarreal.

Incidencias: Buena entrada en La Rosaleda, con 19.142 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Nacho Pérez Frías, ex jugador y médico del Málaga.