Los números no engañan

Russell Westbrook, elegido Jugador Más Valioso de la NBA. Es el primero en más de 50 años que acaba la temporada promediando un triple doble. Willy, en el quinteto de novatos.

«Mi primer MVP también lo gané antes de mi primer anillo. Sigue intentándolo» o «En cuanto a competitividad y hambre es el jugador más parecido a mí». Fueron dos de las felicitaciones que recibió Russell Westbrook, el elegido Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA. Y no llegaron de unos cualquiera. El primer reconocimiento es de Michael Jordan; el segundo, de Kobe Bryant.

Las estadísticas no mienten, aunque Boza Maljkovic asegure que son como los bikinis, que ocultan lo más importante. Westbrook fue el mejor anotador de la Liga (31,6), el décimo mejor reboteador (10,7) y el segundo mejor pasador (10,4 asistencias). Números de otro planeta. El resumen de las cifras es que promedió un triple doble en los 82 partidos de la primera fase. En más de la mitad (42) sumó diez o más en tres disciplinas del juego. Sólo el primer gran base negro de la historia, Oscar Robertson en la temporada 1961/62, había logrado algo similar. Westbrook superó en las votaciones al escolta de los Rockets James Harden. Y se da la circunstancia de que en 2012, en los Thunder de Oklahoma, compartieron vestuario el MVP, Harden y el MVP de las últimas finales, Kevin Durant. El premio para Westbrook también tiene un lado oscuro. Su equipo «sólo» pudo ser sexto en la Conferencia Oeste, cayó en la primera ronda de los «playoffs» y es el primer MVP desde 1982, cuando fue elegido Moses Malone, cuyo equipo no alcanza las 50 victorias.

La noche fue completa para Westbrook. Es un enamorado de la moda y es habitual verle en las pasarelas de París, Nueva York o Los Ángeles. Cuenta con su propia marca de camisetas y fue elegido por los aficionados como el jugador con más estilo de la Liga. Él agradeció el reconocimiento y el premio de MVP lo compartió con sus compañeros de equipo. No pudo ocultar las lágrimas en lo que algunos aseguraron que fue un discurso que tenía un único objetivo: superar en emotividad al que dio su ex compañero Durant cuando fue elegido mejor jugador de las pasadas Finales.

La entrega de los premios la pasada madrugada se ha convertido en la última forma de reinventarse de la Liga. Hay quien ha criticado la particular ceremonia de los Oscar de la NBA, porque los premios se dan más de dos meses después del final de la primera fase, cuando las últimas finales ya son historia e incluso después del «draft». Otros lo justifican porque incluso en estas fechas la Liga es capaz de vender su producto en todo el planeta. Entre los premiados también hubo un español. Willy Hernángomez fue incluido en el quinteto de novatos como antes lo fueron Pau, Garbajosa, Ricky y Mirotic.