Real Madrid
Marcelo contra las penas
Vuelve contra el Betis tras su lesión y tras los cuatro empates del Madrid. Es uno de los que más pases dan y de los que más regatean. Se «pelea» con Ramos por la música del vestuario.
Vuelve contra el Betis tras su lesión y tras los cuatro empates del Madrid. Es uno de los que más pases dan y de los que más regatean. Se «pelea» con Ramos por la música del vestuario.
Contra el Espanyol, en el último partido que Marcelo jugó entero antes de lesionarse, quienes más pases dieron en el Real Madrid fueron Ramos, que no está hoy; Modric, que tampoco está hoy; y el tercero, el brasileño, que hoy vuelve, por fin, para dar un poco de aire a un equipo necesitado de futbolistas con responsabilidad a la hora de sacar la pelota. En el encuentro anterior a ese, contra el Sporting de Lisboa, sólo Carvajal, Ramos y Modric dieron más pases que Marcelo; y sólo Bale y Ronaldo intentaron más regates que él. Puede que sólo sea un lateral izquierdo y que ocupe una zona del campo donde lo principal es defender. Pero puede, también, que el lateral brasileño sea uno de los futbolistas más decisivos del conjunto de Zidane.
Sin Casemiro, el Real Madrid no ha hecho más que empatar, pero en esos partidos (contra el Villarreal se lesionó antes del descanso) también ha faltado Marcelo. Su posición la suele cubrir Danilo, un futbolista entregado, pero al que le penaliza mucho jugar a pierna cambiada. Necesita pensar demasiado lo que tiene que hacer cuando llega a la línea de fondo. En la derecha, eso le sale natural. Entre poner a Carvajal o a Danilo en la izquierda, Zidane ha optado por el brasileño porque así no pierde la profunidad del canterano en la otra banda. Danilo hace lo que puede y como Coentrao, el sustituto natural de Marcelo, sigue sumando lesiones y siendo invisible, el Madrid se ha resentido más de la cuenta.
«¿Que qué nos aporta Marcelo? Queé te voy a decir.... Está listo y es una buena noticia», contestaba ayer Zidane cuando le preguntaron por el regreso de su futbolista. Antes, en el entrenamiento, Marcelo había estado bromeando con Danilo después de que éste le hiciese un «caño» a Ronaldo en un rondo. El portugués no se lo tomó nada bien y la historia terminó con un balonazo de Cristiano a los periodistas. Durante unos minutos, el portugués y Marcelo estuvieron discutiendo. No es ésa una situación en la que se vea mucho al brasileño, casi siempre con una sonrisa. «Siempre contesto muy feliz», ha dicho alguna vez, «pero a veces me enfado también, no soy de madera».
Los que le conocen aseguran que detrás de esa fachada de futbolista alegre, que se toma el fútbol y la vida como excusas para sonreir hay un muchacho más trascendente de lo que parece, más preocupado por lo que sucede en el mundo de lo que aparenta.
Pero su objetivo es no crear mal ambiente y ayudar al equipo tanto en el vestuario como en el campo. Con 28 años, cumple ya su undécima temporada en el conjunto blanco y con Ramos lesionado, hoy en el campo del Betis, va a lucir el brazalete de capitán. Los dos tienen jerarquía en el vestuario y son los encargados de la música para animar el ambiente. En un vídeo, Marcelo reconocía que ambos ceden cuando toca elegir música, pero es que «cuando pone flamenquito, eso no», decía el brasileño, sin perder la sonrisa. Ese optimismo es lo que necesita más que nunca el Madrid. «Está en crisis de resultados», aseguraba ayer Poyet, entrenador del Betis. Marcelo llega para cerrarla.
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